Déjenme que les presente a Rick y Edu, estos dos seres con los que van a convivir casi una hora y media. Y digo bien, convivir, ya que hemos trabajado para que este acto de asistir al teatro sea más una experiencia que una rutina. Así, al menos, es como concibo mi profesión, como una experiencia de vida.
Rick y Edu no son tan extraños ni desconocidos, tampoco viven lejos, están entre nosotros aunque muchas veces no queramos verles. Rick es un hombre que sobrevive en un olvidado sótano de cualquier barrio, de cualquier ciudad. Edu, su vecino, un joven maltratado por la vida y en especial por su padre, será quizás su único amigo a pesar de Rick. Y digo a pesar porque no siempre elegimos a nuestros amigos, son ellos quienes lo hacen, y casi sin darte cuenta, se instalan en tu vida para siempre… y no hay quien los eche.
Mi máximo interés ha sido la creación de unos personajes psicológicamente complejos e intentar dar las herramientas necesarias a Manuel Brun y David Sánchez para que nunca se instalaran en la comodidad de la repetición. Ellos como actores, igual que los personajes, deben vivir al límite, sin red, con total libertad de movimiento e implicación… olvidando toda técnica o efecto en virtud de lo auténtico. No es una obra más, una función más, un personaje más. Mi obsesión ha sido la de ver VIDA encima del escenario, como les decía, conseguir ofrecer una experiencia. Algo que suceda aquí y ahora, enfrente de ustedes y que sea irrepetible. De lo contrario para mí carece de interés y estoy seguro que para ustedes también. Soy consciente del nivel de compromiso, esfuerzo y honestidad que eso requiere por parte de Manuel y David. Por eso les doy las gracias desde aquí. Por querer y dejarse querer.
Deseo que no les deje indiferente esta aventura y que reconozcan a estos dos seres a los que yo, personalmente, amo. Con sus locuras, inseguridades, miedos, ilusiones, mezquindades… Quizá es porque tienen mucho de mí… o yo de ellos. No sé. Alguien escribió que nuestra conciencia está condicionada por tres cosas: la existencia, los golpes y el alcohol. Es posible que existan más factores, pero para Rick y Edu son justamente estos, sin duda.

Manuel Brun y David Sánchez son «Ric y Edu» la función dirigida y escrita por Josep Linuesa se represento en la madrileña sala TU. Foto Diego Conesa
«Rick y Edu» de Josep Linuesa se representó en la Sala TU de Madrid, interpretado por Manuel Brun y David Sánchez, y el texto de la obra está publicado por Ediciones Antígona.