Hacia las dos de la madrugada recibimos una llamada anónima: habían localizado el último domicilio del sospechoso. Reuní a mi patrulla de inmediato y nos dirigimos al lugar. Detenerlo fue una ardua tarea, estaba encerrado a cal y canto pero, sin duda, lo más difícil fue tomar declaración a los vecinos. Tuvimos que llamar a los ataúdes de uno en uno. Y… ¿Puede creerlo Su Señoría? Ni uno solo se dignó a abrir.
Declaración del oficial de policía

Cada vez cuentas más con menos palabras, Mercedes. Estás que te sales. Un abrazo.
Tocas muchos registros y todos los tocas de maravilla, Mercedes. Contento estoy de compartir espacio con gente de tanto talento.
Un abrazo apretao
Ayayay, os voy a comer a besos chicos, me animáis muchísimo. Yo sí que estoy feliz de compartir sección con vosotros y con Nacho. Es todo un lujo estar entre gente que admiro y aprecio. Un beso enorme y un achuchón ;-)