D’A 2025: The Shrouds de David Cronemberg, Molt Lluny de Gerard Oms y premios.
Por NACHO CABANA.
Cuando se hizo pública la programación de este excelente D’A 2025 que ahora acaba, a buena parte de los medios y asistentes habituales nos extrañó que The Shrouds (“Las mortajas”), la última película dirigida por David Cronemberg (82 años) fuera relegada a los últimos días de proyección; no teniendo, además, el largometraje distribución en España.
Vista el domingo The Shrouds, queda muy claro el porqué. Se trata de una película absolutamente fallida, que parte de una idea tan sugerente como morbosa y “cronembergriana” (un científico crea unas mortajas que permiten ver la descomposición de los cadáveres en tiempo real a través del móvil o de pantallas digitales en las lápidas) que es despachada (en tono de comedia negra, nada que objetar) durante los primeros quince minutos de metraje para después entregarse a una trama de conspiraciones y espionaje internacional que parece improvisarse de conversación en conversación entre el protagonista y sucesivos personajes que le van revelando informaciones sin que él tenga prácticamente que hacer nada.
De realización completamente plana, The shrouds toca fondo en la secuencia en el laguito entre un entregado Vincent Cassel y el patético personaje de Guy Pearce. Quedan a medio camino, porque nos recuerdan al gran Cronemberg, las escenas entre el prota y una progresivamente mutilada Diane Kruger
Molt lluny de Gerard Oms.
La película elegida para clausurar el D’A 2025 fue la estupenda Molt lluny («Muy lejos)» que parte en nuestras retinas con la tremenda ventaja de dejar atrás el terruño campestre ibérico al que parecen anclados y ancladas buena parte de nuestros y nuestras cineastas para trasladar acción y rodaje a la lluviosa Utrecht.
Habla Oms en su ópera prima del voluntario exilio de un futbolero que aprovecha la pérdida de su cartera tras el partido del Espanyol en Holanda para quedarse allí y buscarse la vida. La emigración dentro de la UE como marco pero no como sentido último de la trayectoria del protagonista, un estupendo Mario Casas que modula con dedicación lo que su director quiere revelar o no en cada secuencia.
Tiene Casas, además, una sorprendente química con David Verdaguer solo parcialmente empañada por lo forzado que resulta que el primero, interpretando a un catalán, no le conteste al segundo en este idioma más que puntualmente.
Los premios.
El jurado de la sección Talents de D’A 2025 , formado por los cineastas y productores Javier Calvo y Javier Ambrossi y la productora Paz Lázaro, han concedido el premio Talents x ESCAC, dotado con 15 000 euros al film brasileño Salomé del director André Antônio. En su valoración del premio, el jurado ha expresado: «Salomé es una fantasía queer que nos ha arrasado con su torrente imaginativo, original y divertido. Una película que contiene imágenes que no olvidaremos y que nos ha hecho enamorarnos tanto del film como de sus intérpretes».
La película Cabo Negro del director marroquí Abdellah Taïa ha recibido el Premio Talent Verde del D’A 2025 a la película que mejor recoge la defensa y promoción de los valores de la agenda 2030 de ecología, igualdad y sostenibilidad. «Cabo Negro presenta una mirada valiente y delicada, que nos confronta con las heridas invisibles del sistema, poniendo en valor las voces silenciadas. Una obra comprometida con la sostenibilidad emocional y la conciencia social que ilumina territorios olvidados y despierta reflexión».
El premio Un Impulso Colectivo delD’A 2025, dotado con 5000 euros a la mejor película de la sección del mismo nombre, ha recaído en Jone, batzuetan (Jone, a veces) de Sara Fantova. El jurado ha premiado el film: «Por su gran honestidad y frescura a la hora de confrontar una situación familiar compleja, con una mirada desprovista de prejuicios y condicionantes, dando una visión alternativa de una juventud capaz de lidiar con todo, a pesar de todo».
Asimismo, el jurado del D’A 2025 ha hecho una mención a Turismo de guerra. De la guerra también se sale del director catalán Kikol Grau, «por su capacidad de introducirse en un tema de gran seriedad sin perder el sentido del humor, manteniendo el rigor histórico desde una perspectiva eminentemente punk».
Igualmente, se ha concedido el premio Un Impulso Colectivo x Antaviana a Jana Montllor, directora del documental On eres quan hi eres? El premio consiste en la prestación de servicios de postproducción de imagen de la próxima película del cineasta galardonado.
El premio al mejor corto de la sección Un Impulso Colectivo del D’A 2025, en la que participaban 47 trabajos de estreno catalán ha sido para El viento que golpea mi ventana de Emilio Hupe por «recoger el legado literario de la clase trabajadora a través del retrato de su familia. Y hacerlo enseñando las costuras del dispositivo cinematográfico sin perder la proximidad y el amor por lo que filma».
Por primera vez, el D’A – Festival de Cinema de Barcelona ha contado con un Jurado Joven, formado por 15 personas de entre 18 y 25 años que han elegido el mejor film de una selección de diez trabajos de toda la programación del festival, elegida especialmente para ellos. El film ganador del Premio del Jurado Joven es El diablo fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja), de Ernesto Martínez Bucio (México, 2025). Un mero recopilatorio de ejercicios de interpretción con niños en torno a un tema en común que ejemplifica el daño que Carlos Reygadas ha hecho a determinados cineastas con las mismas pretensiones que el autor de Batalla en el cielo pero sin su talento.
El premio del Jurado de la Crítica del D’A 2025 ha recaído en el exótico film ya comentado en estas páginas To Kill a Mongolian Horse de Xiaoxuan Jiang «por su mirada compasiva y crítica con personajes desplazados por un mundo global. Un relato de una belleza formal impecable y un discurso de peso hacia formas de estar en el mundo en peligro de extinción».
El D’A Film Lab Barcelona, que concede un premio de 20 000 euros a la mejor película de Final Cut, destinada a films en fase de posproducción, ha premiado La noche de la infancia, documental de Xisi Sofia Ye Chen. Se trata de la primera película de esta directora que creció a medio camino entre la cultura catalana y china.
El Premio del público al mejor largometraje del D’A 2025 ha ido a parar a las historias habilmente cruzadas de El año nuevo que nunca llegó, de Bogdan Mureșanu.
Finalmente, el Premio del Público D’A 2025 al mejor cortometraje, elegido con los votos de los espectadores, ha sido para El norte, de la directora Cordelia Alegre, un trabajo sobre los espacios y la memoria en un cortometraje sutil y lleno de ternura que convierte el barrio de la Verneda en un pequeño laberinto urbano y mental.