A Ciambra y premios.
Por NACHO CABANA.
No es la presencia de Martin Scorsese en los créditos como productor lo que más sorprende de A Ciambra sino la coincidencia en el apellido de la práctica totalidad del elenco actoral. Y es que Jonás Carpignano ha reunido en A Ciambra a un clan completo de gitanos establecidos en Italia, dándole el protagonista absoluto a Pío, un chaval que aparenta 15 años, no para de fumar y hacer todo tipo de trapicheos y pequeños delitos en toda la película.
El resultado es una impresionante inmersión en primera persona dentro de esos barrios entre el chabolismo y la ocupación donde viven personas de toda raza y religión, preferentemente emigrantes. que sobreviven sin plantearse dónde están los límites de la ley: habitantes permanentes de un extrarradio que nunca pisarán políticos ni ciudadanos con papeles y que constituyen una Europa hecha con los retales de Burkina Fasso, Rumanía, Nigeria…
Podría haber encontrado el también guionista Carpignano muchos giros o sorpresas en el desenlace de A Ciambra pero lo más demoledor, lo más terrible de su conclusión es que es, si no la única posible, sí la más lógica e inevitable. No hay alternativa para Pío aunque por el camino se tengan que quebrar para siempre algunas cosas.
Hay películas que, al margen del resultado, son más difíciles de hacer que otras. Y A Ciambra es un film terriblemente complicado. De planteamiento pero, sobre todo de rodaje. Para que parezca real lo que es real pero está reconstruido para ser filmado. Apasionante esta segunda película de Carpignano que ya gano los premios David di Donatello a la Mejor Dirección y Mejor Montaje; el Premio Label Europa Cinemas en la Quinzena de Realizadores de Cannes y el Mejor actor en Sevilla y se ha hecho con el Premio del Público de una edición del D´A que clausuró Ana de día, ópera prima de la directora Andrea Jaurrieta.
El film elegido para el cierre parte del tema del doble pero lo usa nada más que como detonante y final, viajando su protagonista entre apertura y desenlace a un peculiar universo hecho con retazos de diferentes épocas en el que la pérdida forzada de la identidad se va supliendo con diferentes representaciones de su personalidad latente. La película tiene en su inspirado reparto su mejor baza. Ingrid García-Jonsson sabe quedarse siempre a un paso del exceso en que podría caer su personaje; Mona Martínez sabe darle el punto exacto de humanidad a su personaje y se recupera para la gran pantalla a María José Alfonso.
El jurado de la sección oficial del festival le ha otorgado el premio Talents -dotado con 6000 euros- a Village Rockstars dirigida por la directora Rima Das “por su luminosidad y sencillez en el retrato del paso a la pubertad de una niña de un pueblo de la India a lo largo de las estaciones”.
El jurado del premio Talents ha concedido también dos menciones: al film 3/4 del director búlgaro Ilian Metev “por su creatividad en la puesta en escena y el uso de la palabra en la construcción de la cotidianidad de una familia”, y a la película catalana Con el viento de la directora Meritxell Colell “por la relevancia de una historia que nos hace reflexionar sobre las responsabilidad que implican los vínculos de sangre”.
El jurado de la crítica concedió su premio de la crítica a Trinta lumes de la directora Diana Toucedo “por su diálogo entre el cine fantástico y el documental, conjurando fantasmas y capturando formas de vida en peligro de extinción”.
El jurado de la crítica ha hecho también una mención al film Ava de la directora iraní-canadiense Sadaf Foroughi “por su dominio de una tradición cinematográfica y por incorporar un estimulante dispositivo visual a su retrato social”.
Este año se concede por primera vez el Premio del Público Sala Jove, el espacio diseñado especialmente para un público de 16 a 25 años que, con sus votos, ha considerado Night is Short, Walk on Girl, el film anime de Masaaki Yuasa, la mejor película de la sección Sala Jove.
La edición 2019 del D´A será del 25 de abril al 5 de mayo.