Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós

Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós

Una imagen del escenario de Cuando caiga la nievede Javier Vicedo Alós, dirigida por Julio Provencio Foto Susana Martín / Julio Provencio

 

Por Luis Muñoz Díez

 

La obra Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós está guiada por la brújula de la casualidad. Un hecho que sucede por azar puede ser el detonante para que nos planteemos si hay al algo coincidente entre lo que somos, y lo que habíamos imaginado que seríamos.

Un joven tumbado en el campo castellano mira el cielo, y ve la migración de las aves en forma de uve, como una flecha que parece indicar un destino. Acude a este preciso lugar porque es donde siempre les llevaba su madre, a él y a su hermano.

Una mujer sale de su casa sita en la madrileña calle de Hilarión Eslava con su hermano y con su hijo, con la intención de iniciar un viaje que, tiene como fin esparcir las cenizas de su padre en la playa de Torremolinos -Málaga-. Mientras meten el equipaje en el coche, pasa un hombre camino de la plaza de Oriente donde trabaja como –hombre invisible-, junto a otros artistas que fingen ser estatuas, o se disfrazan de personajes conocidos de la ficción, y dejarse fotografiar por los turistas para que se lleven de recuerdo un pedazo de rareza, como es el caso, de tener una imagen con junto a un hombre si cabeza, pero con gafas y sombrero.

Cae la tarde en Madrid, los trabajadores de una O.N.G han encontrado una urna que contiene las cenizas de alguien, en el contenedor donde se deposita la ropa usada para donarla a su organización. Los cooperantes antes de irse encargan al chico latinoamericano, que llega a esa hora para limpiar las oficinas, que busque un destino para la urna con sus cenizas. Sin duda el hecho que los cooperantes del primer mundo pasen el trabajo que no quieren hacer al empleado emigrante, cargándole a él, literalmente con el muerto, tiene una doble lectura en forma y fondo.

En la imagen Julio Provencio, como actor interpreta al joven en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

En la imagen Julio Provencio, como actor interpreta al joven en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

Sobre una escenografía, creada por el también director Julio Provencio, y bien iluminada por David Benito, conformada por un manto de plumas blancas, jugaran al tres en raya los cuatro personajes, sin tener ningún encuentro entre ellos. Cada personaje nos contará su propio apremio sin salir de su monólogo, introduciendo personajes que se expresarán y debatirán por boca del mismo actor que lo interpreta.

He señalado donde ocurren los hechos porque el autor lo marca, con la intención de poner la ciudad, como marco de nuestros afanes, y malecón que los frena e impide.

El joven que mira al cielo, pegado a la tierra castellana –Julio Provencio-, necesita un anclaje. Su desarraigo es puramente metafísico. Su madre ha muerto y su padre se marchó cuando él era pequeño, aun cuenta con un hermano que no lo entiende. Quiere exorcizar su orfandad marchándose de Madrid. En la ciudad deposita la sombra de todas sus desazones, y cree que al salir del lugar donde nació, creció, estudió y vive, la desazón se quedará en Madrid, flotando en su paisaje. Al joven le espera una sorpresa, su difuminado padre está mas cerca de lo que piensa, y si bien, no le servirá para mucho, le responderá a la pregunta de ¿por qué? su madre le llevaba siempre al mismo punto del paisaje castellano, donde él continúa acudiendo, como si inconscientemente esperase una respuesta.

Para interpretar al joven, se alternan los actores Fernando Delgado-Hierro y Julio Provencio. El actor que se hizo cargo del personaje en la función que asistí fue Julio Provencio, que a su vez, como indicaba más arriba, es el responsable de la escenografía y de la dirección de la obra. Al personaje lo marca como director, y se marca como actor, con un poso de decepción por algo que no ha sucedido, y que tampoco se puede asir, dado ni para él personaje está claro que espera.

En la imagen la actriz Chupi Llorente, que hace de hija en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

En la imagen la actriz Chupi Llorente, que hace de hija en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

Por la mano de tres, de los cuatro personajes, pasarán la urna con las cenizas del padre de la mujer, y ese hecho les hará replantearse la vida. La hijaChupi Llorente-, es una gladiadora de la vida cotidiana, en la que no queda lugar ni para lo metafísico. Víctima de las circunstancias que la la rodean, narra su convivencia imposible con parlamentos como este: ”…mi hermano que se irrita con facilidad, antes de oír la siguiente palabra, ya había dado una patada a la silla…” Vive instalada en un ay con razón, y más desde que deposito la urna con las cenizas de su padre un momento en la acera mientras cargaba una maleta, y al volver la vista, la urna había desaparecido.

El personaje es muy reconocible, y esta tan bien dibujado por Vicedo Alós, como interpretado por la actriz Chupi Llorente, que encarna a ese tipo de persona que prefiere callar los contratiempos, y sufrirlos en silencio, que confiárselos a sus allegados: madre, padre, hermanos o hijos…que lejos de solucionar nada, tendrá que aguantar como propina, su sonora forma de encajar las cosas.

El hombre invisibleJuan Carlos Talavera- sufre con rencor, el ver como el “motorista estatua” se lleva a los turistas de calle. Algunos le echan hasta billetes de cinco euros, se queja. Un día que ha de ponerse a cubierto junto a “Mickie Maese” y “la bailarina”, en un bar porque nieva, coincide con el “motorista estatua”. Qué va y le dice, que él tiene un trabajo cualificado y bien remunerado, que se echa a la calle como “motorista estatua» por simple afición. Ante semejante provocación, para reafirmar su condición de “hombre invisible” profesional, le miente diciendo, que él, es hombre invisible como lo fue su padre, su abuelo, su bisabuelo… Pero el haber tenido en sus manos la urna con las cenizas del muerto anónimo, y después de su charla con el «motorista estatua», ya no le sirve para hacer responsable universal a su rival aficionado de todo su fracaso, y comprende que no va de hombre invisible únicamente por ganar unas monedas, si no para ocultarse, y que es momento de volver a mirarse a los ojos, y a los del resto de los mortales de tú a tú.

El personaje del hombre invisible vuelve a ser metáfora en fondo y forma para Vicedo Alós, y el actor Juan Carlos Talavera, lo redondea en todas sus ricas sus aristas.

El actor Juan Carlos Talavera es -El hombre sin cabeza-, en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós

El actor Juan Carlos Talavera es -El hombre sin cabeza-, en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós

El trabajador latinoamericano Efraín Rodríguez-, que ha tenido que librar del muerto a los impecables cooperantes de la ONG, es el personaje con un bagaje más rico en calidad humana, y el actor Efraín Rodríguez, la expresa sin usura. El personaje quizá, como recién llegado tenga mejor nutridas las raíces que nos han de sujetan en la tierra. En sus valores no entran el deshacerse de las cenizas anónimas, sin que tengan el digno final que merece toda persona por el mero hecho de haber nacido. Ante la incertidumbre de la familia que perdió la urna, no puede dejar de hacer algo. Como premio recibe una buena dosis de patadas.

A partir de haber tocado la urna talismán, como lo fue para el “hombre invisible”, a él ya no le vale está ciudad, donde vino a buscar una prosperidad que ni ve en él, ni en las personas que viajan con él, en el metro a diario. No ha merecido la pena de dejar a su madre llorando y penarla con su ausencia. Las lágrimas de su madre le sirven como señal de regreso, pero antes de irse, y como venganza, hará las 29 paradas que hace la línea 6 del metro circular de Madrid, con una sonrisa de oreja a oreja, tan amplia que se le puedan contar todos los dientes.

El actor Efraín Rodríguez, recrea al trabajador latinoamericano con toda la calidad humana que precisa en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós Foto

El actor Efraín Rodríguez, recrea al trabajador latinoamericano con toda la calidad humana que precisa en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós Foto Susana Martín / Julio Provencio

La dramaturgia de Javier Vicedo Alós señala en sus cuatro personajes el desarraigo de no notar la empatía en los ojos de nadie. Tiene como talismán la urna que contiene la muerte en sí, o las diferentes formas de ansiedad que te llevan a creer que siempre estás en el lugar que no debes, mientras la vida campea por otro lado, y en la pieza aun contando con el componente nostálgico, está sazonada de humor.

Julio Provencio como director logra amalgamar los cuatro monólogos, entretejiendo con altura el juego de relevos de las cuatro historias, unidas por una urna de cenizas y un chico que, poniendo todo su cuerpo en contacto con la tierra, mira al cielo.

La migración es cíclica únicamente para el que la contempla, no para las aves, los únicos seres que corremos el riesgo de morir somos los que aún estamos vivos, incluidas las aves, y esa migración con fundido en negro, ni es similar, ni fácil de asimilar.

En la imagen el actor Juan Carlos Talavera -El hombre sin cabeza-, el actor Julio Provencio que es -El chico joven- La actriz Chupi Llorente es -La hija- y Efraín Rodríguez es el -Limpiador colombiano- en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

En la imagen el actor Juan Carlos Talavera -El hombre sin cabeza-, el actor Julio Provencio que es -El chico joven- La actriz Chupi Llorente es -La hija- y Efraín Rodríguez es el -Limpiador colombiano- en Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós.

 

Cuando caiga la nieve, estará en cartel los viernes, sábados y domingos del 16 de abril al 2 de mayo de 2021 en  Sala Teatro La Cuarta Pared, más información de fechas horarios y venta de entradas pinchando aquí.

Texto: Javier Vicedo Alós Dirección: Julio Provencio Elenco Hombre sin cabeza: Juan Carlos Talavera Chico jovenJulio Provencio / Fernando Delgado-Hierro Limpiador: Efraín Rodríguez /  Fabián Augusto Gómez Bohórquez  Hija: Chupi Llorente Espacio escénico: Julio Provencio Creación sonora: Nacho Bilbao y Diego Merino Diseño de iluminación: David Benito Vestuario: Yeray González Ropero Fotografía: Susana Martín / Julio Provencio Producción: Becuadro Teatro, La Belloch Teatro y Jesús Torres

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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