Los insólitos peces gato, la ópera prima de Claudia Sainte-Luce, se ha convertido en una de las películas mexicanas más prestigiosas de los últimos tiempos. El largometraje logró el premio FIPRESCI (Discovery) en el Festival de Toronto y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Gijón, además de otros muchos galardones internacionales. La razón de este éxito recae en la verdad que rezuma esta historia sobre una joven solitaria y triste que de manera fortuita se encuentra con una enferma terminal, encarnada por una espléndida Lisa Owen, que la convierte en uno más de su atípica familia. La realizadora sabe muy bien de lo que habla: el filme está basado en su propia experiencia vital. Ella fue una chica depresiva que consiguió dar un nuevo impulso a su vida gracias al apoyo de una mujer que sufría cáncer. En la siguiente entrevista, la propia Claudia Sainte-Luce nos cuenta cómo ha sido trasladar a la gran pantalla una historia que ella vivió personalmente.
¿Cómo nace esta película?
Creo que nace de haber conocido a esta mujer, a Marta, de ahí desarrollé el guion. Quería rendirle un homenaje con esta película. Era una mujer que, a pesar de llevar la muerte a cuestas, vivía con esa intensidad. Tenía la capacidad para dar, a pesar de que no se podía dar a sí misma. Con todo el sufrimiento que estaba viviendo, podía ver lo positivo frente a lo negativo. Creo que cuanto más hablemos de la muerte, más llevadera será la vida. Cuanto más uno pueda desapegarse, más puede vivir con intensidad cada cosa que sucede en la vida.
Tú película es una defensa de la familia, aunque de una manera un tanto atípica.
La familia no es aquella con la que uno nace, sino la que se hace. Cuando te hablaba de la peculiaridad de esta mujer, te decía que a pesar de tener esta carga en sus hombros podía voltearse para ver al de al lado. Uno existe gracias a la mirada del otro: gracias a que yo te estoy viendo, tienes conciencia de que existes. Creo que también es el encuentro de dos soledades que se acompañan. De ahí viene esta concepción de familia. Es un poco atípica, sí, porque nos imaginamos que la familia es mamá, papá y los hijos, pero yo creo que es más aquella que se hace en el camino, la que se hace en los momentos más complicados, más allá que la que te toque por tu biología.

Lisa Owen y Ximena Ayala encarnan a una enferma terminal y una joven solitaria que mantienen una particular relación materno-filial en Los insólitos peces gato
¿Cómo es llevar a la gran pantalla algo que has vivido de manera tan cercana?
Fue fácil porque nunca lo planee. No fue un plan maquiavélico en el que me dije: “Voy a hacer una película sobre esto y la voy a estrenar así y así”. Fue un accidente. Trabajaba como asistente de dirección. Me encontré con mi maestra de guion y le platiqué esta historia después de un café. Me invitó entonces a su taller de guion y me animo a escribir la historia. La terminé y me comentó que se acercaba el concurso de guiones en el que me podían dar el ochenta por ciento de la financiación. Me animó a presentarlo y me lo dieron. Entonces fue como “aquí tienes el dinero, ¿la haces o no?”. En en ese sentido, creo que me ayudó a hacerla el no pelear por hacerla.
¿Cómo ha sido trasplantar la realidad en la ficción?
Fue fácil hacerlo porque no me lo esperaba. Fue más difícil cuando hablas con reporteros y personas en los festivales, y entonces te das cuenta que te abriste demasiado. Creo que también es importante saber cuándo has terminado de escribir el guion y ya se ha acabado la inspiración que podía tener de la realidad. Luego, al encontrar a los actores, no buscaba a personas tal y como las conocí, sino dejarte sorprender por alguien que le va a dar algo totalmente distinto al personaje o alguien que tiene más química con el que rodaste. Es dejarte sorprender en el rodaje, la edición y la postproducción. Si uno se deja sorprender, empiezan a pasar estas cosas. Resulta paradójico, pero a medida que te deslindas más de la anécdota real comienza a pasar la magia.
El personaje de Claudia, la protagonista, es casi como un fantasma que se hace visible con esa madre terminal que la convierte en alguien más de su familia.
Los otros te hacen querer vivir. Cuando eres un ermitaño, no tienes referentes nada más que uno mismo y puede no ser mucho, por lo menos en mi caso. Lo que te hace rico es poder compartir, poder llegar a casa y platicar con tu mujer, tus hijos, tus amigos y tu círculo de trabajo; es compartir experiencias. Hasta que ella no empieza a compartir experiencias con esta familia y con cada uno de los hijos, no empieza a cobrar sentido. Tiene algún tipo de relación en su trabajo, pero ha caído tanto en la monotonía que no hay mucho que decir.
¿Por qué el título de Los insolitos peces gato?
Para invocar espectadores (risas).Fue casi por accidente. Cuando estábamos rodando, pegué ese letrero de Los insólitos peces gato en una pecera. Lo saque de un artículo sobre unos peces que existen en Estados Unidos y que se mueven siempre en familia. Lo recorté porque se me hizo lindo. Cuando estábamos en la sala de montaje, no me gustaba mucho cómo se llamaba la película. Se títulaba Encuentro. Entonces veía una y otra vez la pecera, y pensé que el título debía ser ese. Recordé el reportaje. Esta familia es importante por cada miembro, pero lo que les hace únicos es estar juntos.
Algunos han definido tu película como una feel good movie,¿ era lo que pretendías?
No puedes estar pensando en gustar al espectador ni hacerlo llorar en el minuto cuarenta o hacerle sonreír en el minuto cincuenta y cinco. Creo que lo importante es no traicionarse a sí mismo. Creo que ya es una traición el pretender agradar o hacer sentir bien a la gente, porque piensas en el fin y no en la historia y lo que quieres decir.
¿Piensas que existe una nueva generación del cine mexicano?
Hay una nueva generación gracias a los apoyos que existen. Hay un Instituto de Cine en México que tiene tres tipos de ayudas: Foprocine, Fidecine y Eficine. Una es para el cine de autor, otra para película de corte más comercial y otra es un fondo muy bueno donde empresas grandes pueden deducir impuestos. De esa manera das alicientes a gente nueva.
¿De qué tratará tu próxima película?
Se llama La caja vacía. Voy a estar el próximo mes de julio haciendo el montaje con una editora española. Tengo que acabarla para el próximo año. Hablo de la relación de un papá y una hija.
Foto destacada: Nacho López