¿Y si el mundo fuera transparente? ¿O al menos translúcido? Y alguien, que no es el diablo cojuelo, puede verlo todo, saberlo todo. ¿Dios ha vuelto por sus fueros? Pero no, es sólo el Leviatán que viene para quedarse con nosotros.
Planteada como un jaque en toda regla al sistema, Citizenfour, de Laura Poitras es una película documental que nos hace sentir, vívidamente, su presión (la del sistema), permanente y sin oquedades.
Por un ratito, alrededor de dos horas, el ciudadano logra pedir, y obtener, cuentas de sus gobernantes, se reequilibra la balanza entre poderosos y gobernados. La empatía que se establece con los protagonistas del film nos vuelve, por un instante, poderosos.
Sabemos qué ocurre y cuando ocurre, esto es, aquí y ahora, durante el lapso de la proyección de la película, en esa habitación de hotel hongkonesa lugar de reunión de Snowden con los periodistas, que se convierte en el centro del mundo.
Naturalmente, sabemos que nos van a arrebatar ese poder omnímodo en cuanto se enciendan las luces de la sala, pero la sensación no deja de ser por ello menos reconfortante.
Edward Snowden, el héroe de la función, el villano para el sistema, se explica como los ángeles, con lógica y coherencia cristalinas como si supiera de antemano el guión de su parlamento.
Glenn Greenwald, el periodista que levanta la liebre, en connivencia con Laura Poitras, no deja de ser un ser humano como nosotros, con sus debilidades y sentimientos en vilo y zarandeados por un mundo cruel a ratos.
La verdad es que la red mundial de los insumisos saca músculo por momentos y si nos dejamos llevar podemos llegar a creer que la victoria esté cantada. Sabemos que no es cierto, que habrá que luchar mucho y duro para lograr obtener unas briznas de satisfacción a modo de recompensa.
Pero el mensaje irredento de la película lleva a hacernos sentir que podremos vencer o al menos aflojar los herrajes que nos oprimen y aprisionan. Esta es una gran fuerza, una de las que mueven el mundo, el optimismo, la voluntad de vencer tras lucha combativa.
¿Qué sabemos de nuevo tras el visionado de Citizenfour? En realidad nada, todo lo aquí expuesto ya ha sido aireado convenientemente por los medias mundiales, pero la película nos ofrece una visión entre bambalinas del poder de los oprimidos, de ese 1% de concienciados que logra mover al 98% de la población a levantarse contra el 1% de los opresores.
Y tal es su gloria, devolvernos una parte de la verdadera trama que movió infinitesimalmente al mundo que nos conmueve y nos mueve todos los días, a todas horas, aquí y ahora.
Citizenfour ha cosechado numerosos premios en su trayectoria, siendo uno de los de mayor fuste el Óscar de 2015 a la Mejor Película Documental.
Citizenfour, de Laura Poitras (2014), se estrenó en España el 27 de marzo de 2015.