Se ha estrenado Charlie y la Fábrica de Chocolate el musical, y antes de meterme en harina, por si no les apetece leer mucho. Les diré que el espectáculo cumple con todos los alicientes para asistir a un cuidado musical, que llega al público que, disfruta del espectáculo.
El estreno de Charlie y la Fábrica de Chocolate, de entrada, es una buena noticia para los amantes del género musical, y para todo tipo de público, porque es una historia que todos conocemos y que, desde la publicación de la novela Roald Dahl en 1965, no ha parado de saltar de formato, siempre acompañado por el éxito.
Primero fue obra literaria, seis años mas tarde en 1971, la llevo a la gran pantalla Mel Stuart, y cambio en el título el nombre de Charlei por el de Willy Wonka, y lo llamó Willy Wonka & the Chocolate Factory. Del papel de Wonka se encargó Gene Wilder, en el pico más alto de popularidad por películas como el Jovencito Frankensteín, de Mel Brooks -que también se adaptó como musical-, pero la versión que por estar más próxima en el tiempo, porque arrasó en taquillas, y por tratarse de un título dirigido por Tim Burton, al que se sumó el aliciente de tener como Wonka, nada menos que a Johnny Depp, acabó de convertirse, en un “título leyenda”.

El musical que ahora tenemos la oportunidad de ver, con el texto de David Greig, música de Marc Shaiman y letras de Scott Wittman & Marc Shaiman, arranca su andadura en 2013 en Londres. En 2017 se estrenó en Broadway, con el mismo éxito, y en 2018 comenzó una gira por Estados Unidos, y no ha parado hasta esta puesta en escena, que podemos ver por primera vez en España, bajo la dirección de Federico Bellone, y producido por Letsgo.
Para poner cara y gesto al personalísimo Willy Wonka, han elegido al actor Edu Soto, que se hizo popular por sus intervenciones en TV, pero cuenta con una sólida experiencia sobre el escenario, que le ha permitido subirse a los escenarios del Centro Dramático Nacional, o medir fuerzas con Nuria Espert.
La poderosa magia de un musical, cuando se ha acertado al traducir su origen literario o cinematográfico al lenguaje teatral. Se logra que una vez que se sube el telón, te olvidas de cualquier precedente. Si bien, todo el mundo conoce la historia de Charlie, el niño “pobre” invitado a conocer no, una fábrica de chocolate, si no, “La Fabrica de Chocolate”, como conocemos a sus amigos, y a su abuelo Joe, un personaje con el que hace un trabajo extraordinario el actor Esteban Oliver, el público, reconoce a los personajes cuando aparecen en escena, como el que reencuentra a un pariente o a un vecino.

La puesta en escena engancha al público desde el principio. El niño que da nombre al título Charlie Bucket, despierta la ternura de una criatura que se está estrenando en todo en la vida, y se topa con un “personaje” como Willy Wonka, que afirma que “todo es posible si lo deseas realmente”. Edu Soto, hacer moverse con todo el desparpajo, y la gracia que requiere al hiperbólico Wonka, y se gana al público desde el principio que, disfruta con su recreación del personaje, como disfruta con el espectáculo, del principio al fin, para encarnar al pequeño Charlie, se hacen cargo cinco jóvenes actores, alternándose.
Edu Soto, comparte el papel de Wonka con un actor conocido por el público, con mucha experiencia en el musical como es Victor Massán, genero con con el que es habitual verle en la cartelera, y acompañado de éxito. Para interpretar al pequeño Charlie, se alterna Martín Luis Abello, Alan Miranda, Gio García y Rafael Mata, y no voy a decir a cuál vi, para no poner a uno sobre otro, de su madre la Sra. Bucket, se hace cargo la actriz Anda Dachs.
También reconoceremos Augustus Gloop -comedor sin fondo-, interpretado por Guillermo de Quinto, y a su mamá, la Sra. Gloop, por la actriz Malia Conde. El personaje del niño enganchado a toda pantalla en la que se mueva algo, Mike Teavee, está interpreta por Alex Arce, y a su madre, la Sra. Teavee, por la actriz Begoña Álvarez. A la niña un “pelin” insoportable Veruca Salt, la interpreta Marta Melchiorre, dandole bien el punto, y su padre, el Sr. Salt, el actor Víctor Díaz. Otro personaje particular es el de la niña “Super Star del Pop” Violet Bauregarde, la pone brillo Nicole Quiala y a su padre, el Sr. Bauregarde, el actor Juan Dos Santos.

Completan el elenco Alberto Scarlatta, Mario Alberto Hernández, Manu Martínez, Hugo Ruiz, Juanki Fernández, Daniel Moschini, Christian García, Sonia Gascón, Dámaris Aragón, Paula Moncada, Berta Butinyà y Natalia Pascual. Swings: Gallo Ryan, Silvia Álvarez y Natalia Delgado.
Silvia Montesinos ha realizado la adaptación de textos, Julio Awad se encarga de la director musical, Gillian Bruce de la coreógrafa. El Diseño de Iluminación lo ha realizado Valerio Tiberi, el diseño de sonido de Albert Ballbè, y Jose Miralles (swing and dance captain)
He querido nombrar al elenco, y parte de la ficha tecnica, si me he olvidado de alguien acepto reclamaciones, porque en todo espectáculo coral, es imprescindible que actores, músicos, y equipo técnico funcionen como una máquina bien engrasada, como es el caso de Charlie y la Fábrica de Chocolate el musical. La historia la conocen, y después de lo dicho, poco más puedo añadir, únicamente que decirles que asistan a una representación, y seguro que la disfrutan.

Charlie y la Fábrica de Chocolate el musical, se representa en Espacio Ibercaja Delicias (Madrid).



