En la imagen Verónica Ronda -doña Barroco-, y José María del Castillo -don Enrique-, en un momento de la representación de Burlas de Amor de Doña Barroco
Por Luis Muñoz Díez
Burlas de Amor de Doña Barroco, está basada en textos de Lope de Vega y Calderón de la Barca, con adaptación, dramatúrgica, dirección, espacio escénico e interpretada por José María del Castillo, en el papel de don Enrique.
El reto de José María del Castillo era enorme, y más si contamos con la libertad que ha seleccionado los textos, para conformar una opera “bufa mestiza” que camina del Barroco a la balada romántica, pasando por el jazz, para ello ha contado con el músico Alejandro Cruz Benavides, que se maneja con destreza por los diferentes géneros.
El género clásico amoroso, se estructura en dos segmentos sociales muy bien diferenciados, por un lado están los señores, que se pasan media vida desojando la margarita de las cuitas amorosas. Se enamoran de manera instantánea e hiperbólica, y en ello ponen todo su afán, luego están los “criados”, más dotados para lo practico, y que suelen ser la sal de la vida en estas comedias, como lo son Calabazas y su compañero lacayo.
En la imagen la actriz Camino Miñana en este caso como Calabazas y Verónica Ronda -Doña Barroco-, al piano Alejandro Cruz Benavides Burlas de Amor de Doña Barroco. Foto cedida compañía
Doña Barroco, tiene que lograr en un tiempo record encontrar un galán de su gusto, con buen talle y joven, para presentarle como alternativa a su padre que ya tiene concertada su ventajosa boda, con un marques cuarenta años mayor que la bella joven.
Las posibilidades de doña Barroco son limitadas, y como es costumbre en su clase y genero teatral, delega la solución del problema en sus criados. Hay otra variedad, que la encomienda se hiciera a una celestina, pero en esta función ha optado porque sean los criados quienes pergeñen un plan, coaccionados con la posibilidad de que, si se desposa con el marqués, acabaran en la calle con la hambruna que se disfrutaba en nuestro siglo de Oro.
Calabazas, el criado de doña Barroco, encontrará al pluscuamperfecto don Enrique, que reúne todas las condiciones para que su dueña caiga rendida a sus pies. Don Enrique consiente en tener un primer encuentro, pero le tiende una trampa a su desconocida admiradora, en vez de ir él, a la cita que se realizará velados por máscaras, enviará a su hermano Silvio.
En la imagen la actriz Camino Miñana en este caso como Don Silvio y Verónica Ronda -Doña Barroco- Burlas de Amor de Doña Barroco. Foto cedida compañía
Lo anterior no lo cuento con el afán de hacer spoiler, porque mi intención es que asistan a la sala y vean una representación de Burlas de Amor de Doña Barroco, lo cuento porque el personaje de don Silvio, es oro molido para las dotes interpretativas de la actriz Camino Miñana, que es la encargada de poner voz y gesto a Calabazas y a don Silvio, recreándolos a ambos con diferencia y acierto, en su intervención como don Silvio, se encarga del personaje de opera bufa hilarante, desafinando un canto con aire tirolés, con parada aragonesa, realmente cómico.
A doña Barroco, la ponía físico y voz en la representación que asistí la actriz Verónica Ronda, que alterna papel con la actriz Teresa Ferrer, a la que no tuve oportunidad de ver.
Doña Barroco es una mujer exagerada para todas sus cosas. Su primera intervención es cantando un tema acorde con su su apellido, ella muy sencilla tocada con mantilla va en una barca -cual góndola-, acompañada por sus criados y un pianista, que insiste en que la acompañe en su casa, en la góndola, o en el carruaje, y lo hace tocando en directo Ernest Fuster.
Verónica Ronda, cuenta con una hermosa voz y un físico que le sienta como un guante a doña Barroco. Es meritorio que cuatro actores se hagan cargo de una comedia musical, y que el escenario esté lleno. Verónica lo consigue con sus dotes y con un vestido, que es protagonista con ella de la comicidad del personaje.
Una escena especialmente brillante es su encuentro en el parque con los hermanos don Silvio y don Enrique, que le reúne con los actores Camino Miñara y José María del Castillo. Logrando una escena juguetona, muy rica en matiz. Los tres actores se mueven con destreza por el escenario, con una química excelente.
En la imagen el actor José María del Castillo -Don Enrique-, y Verónica Ronda -Doña Barroco- Burlas de Amor de Doña Barroco. Foto cedida compañía
Quiero señalar el trabajo de vestuario realizado por Alejandro Jaén. El traje de doña Barroco con un miriñaque imposible alto de cintura, a juego con la tapicería de los asientos, es un elemento cómico en sí. Y el traje de don Enrique es un primor con su levita azul brocada, chaleco, pantalón corto a juego con la levita, botas de mosquetero, tocado con sonbrero negro, y pluma. En un tono más sencillo no desmerece en traje de don Silvio, más discreto él, que la pareja de enamorados.
El trabajo de José María del Castillo, contando que la versión de Calderón y Lope de la Vega es libérrima, logra amalgamar una pieza con ritmo, que no decae. El repertorio de canciones entra sin sentir, y los actores se mueven con soltura, en una función que el trabajo actoral tiene mucha importancia. No podemos olvidar que, del Castillo también es actor. Lo más importante es que Burlas de Amor de Doña Barroco, con sus canciones y la interpretación de Verónica Ronda, Camino Miñara, José María del Castillo y Ernest Fuster, llega al público, que ríe con ganas, porque disfruta, y premia la pieza y a sus intérpretes, con un lago aplauso al finalizar la representación.
Burlas de Amor de Doña Barroco estará en el Corral de Cervantes de Madrid, más información de fechas horarios y compra de entradas AQUÍ.
Burlas de Amor de Doña Barroco, basada en textos de Lope de Vega y Calderón de la Barca con adaptación dramatúrgica, dirección y espacio escénico de José María del Castillo
Reparto Verónica Ronda y Teresa Ferrer -Doña Barroco-, José María del Castillo -Don Enrique-, Camino Miñana -Don Silvio / Calabazas-, Alejandro Cruz Benavides y Ernest Fuster -Clarín / Piano (en directo)- Pepa Lucas -Cover de Doña Barroco-
Producción María Eugenia Vaquera Iluminación Miguel Guirao Vestuario Alejandro Jaén Música Alejandro Cruz Benavides Asesor verso Karmele Aranburu.