En la imagen el actor Joseba Priego que es Brigitte Foto Daniel Rote
Un teléfono cambió el destino de Bruno, en su camino para ser Brigitte, un monólogo a dos voces escrito y dirigido por Jose Warletta.
Por Luis Muñoz Díez
Con Brigitte Jose Warletta, nos presenta un monólogo a dos voces. Brigitte es un transexual al que le han dado una paliza mientras ejercía la profesión más vieja del mundo en un parque. Su fortaleza rayana en los superpoderes le lleva a volver a casa para reparar su maltrecho cuerpo, de chapa y pintura, y para continuar con su tarea en la calle.
Un momento de duda, le abre una puerta y llama a un teléfono abierto para mujeres como ella, detrás de la línea le recibe una voz cálida masculina que responde al nombre de Pedro, que escuchará su historia, y de esta manera al tiempo la conoce el espectador.
¿Por qué en realidad quien es Brigitte? de entrada, una caricatura de mujer que trata de sobrevivir como todos lo hacemos, pero cuando “las Brigittes” salen en una conversación de los que se autoidentifican como “normales”, lo hacen en plural, los transexuales, los maricones, los drogadictos. Una identificación que no llega si no son, víctimas de la página de sucesos.
Sería absurdo pensar que la encargada de la sala de cunas de una maternidad dijera de los recién nacidos, hoy han nacidos dos ministros, un titiritero, dos atracadores, tres maricones, dos lesbianas, y un registrador de la propiedad.
Todo final tiene un principio, y todos somos similares cuando jugamos con el cubito y la pala, o con el patito de goma en la bañera, a todos nos han querido, y me cuesta creer que nadie nazca malo.
Brigitte fue Bruno, y su pretensión es fácil de imaginar, era coquetear con los chicos, salir a bailar, tener amigas, y llegado el momento casarse con uno -practicar la postura del misionero- mientras veía crecer a sus hijos, pero más pronto que tarde Bruno debió de iniciar un cuaderno de frustraciones, y comprobar que su cuaderno no era cuadriculado.
Jose Warletta no quiere hacer sangre, ni firmar una obra de reivindicativa, para mí con Brigitte, ha querido poner luz sobre una mujer con cuerpo de un hombre, para que nos cuente lo profunda que puede llegar a ser la soledad de una persona que, su única intención era ser mujer y se ha visto situada en una caseta, como atracción de feria, donde puede ser la moja y el morbo para algunos, o se le puede humillar por una cifra acordada.
El paso que da Brigitte con la llamada será sanador para ella y prenderá una luz en su oscuridad, al espectador le permitirá conocer a una mujer que lo puede confesar todo, menos que es manchega, y a unas compañeras, con nombres imposibles que como ella intentan sobrevivir, y sobre todo evitar que nada vaya a peor.
Es curioso que estas criaturas realmente machacadas, al igual que han perdido la capacidad de otorgarse dignidad a si mismas, por creer no merecerla, sienten como ajenas a sus compañeras de vida y avatar, y hablan de ellas con despego, así conoceremos a Trini «la culebra» a Juaniba «la negra», o a la tía Lupe, Chemalblí.
Pero como se puede aceptar un presente tan inclemente, la cabeza que a veces es amiga, le lleva a separar de un tajo lo real de lo anhelado, y su ensueño de luz y celofán vuelve a posicionarse al entrar en su casa, con el altar laico, presidido por Chavela Vargas, Sara Montiel o Brigitte Bardot, vuelve a ser faro para ella, rescatando a la mujer que ha salido a la calle, para ese Olimpo al que está segura pertenece.
Joseba Priego, compone una Brigitte totalmente reconocible, cual mascarón de proa, reafirmando su feminidad, subida en unos tacones rojos de charol del 44.
De entrada es dura, como el cemento, a un grado inhumanos por el trato que da a su cuerpo, con la agresividad que da el recelo, por vivir a la defensiva de tanta palabra y trato despectivo. Sus capas las va perdiendo mientras entre mentira y verdad habla con Pedro, hasta llegar a ser como un guerrero despojado de su armadura después de la batalla, que desnudo y vulnerable toma un baño.
Brigitte y Pedro, apuesta por ponerle cara al futuro, en la imagen los actores Joseba Priego y Edu De Tena, mirándose en el espejo frente al que los coloca José Warletta en Brigitte. Foto Daniel Rote
La voz de Pedro al teléfono, al final descubrimos que el actor Edu De Tena lo realiza a pie de escenario, en vivo y en directo, y no podría ser de otra forma, por la interactuación tan precisa que tiene con Joseba.
El trabajo de los dos actores está en su punto, Joseba le da a Brigitte el punto de pánico, que redime con la risa, porque el personaje sabe muy bien, que si ríe lo hará acompañada y si llora lo hará sola, el personaje es un reto para cualquier actor, requiere una sensibilidad especial, y los recursos de un buen actor y Joseba Priego lo es.
El trabajo de Edu De Tena, por otro motivo es otro reto. Pedro es el sparring donde se vuelca la historia, y lo más importante significa la calma que tanto necesita Bruno para acabar de ser Brigitte, y Edu De Tena compone a Pedro, con el único arma de su voz.
Jose Warletta expone, e igual que no juzga, no pretende incidir en la herida de cómo reaccionamos todos ante lo que no llegamos a entender, aunque no oculta la cruda realidad de Brigitte, siendo un acierto ambas posturas porque lo importante es visibilizar, nos regala la parte más humana y amable de Brigitte, nos permite reír con ella de sus dislates, de forma amable, como amable es el final.
Título Brigitte Autor y director Jose Warletta Interpretes Joseba Priego y Edu De Tena
Brigitte, se puede ver en el Teatro de las Aguas -Madrid-, más información fechas horarios y compra de entradas aquí
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