En el interior del castillo de Villaviciosa de Odón, en un entorno ideal para la presentación de esta película, diferentes medios de comunicación hemos sido convocados para la presentación de Justin y la espada del valor, segundo largometraje de animación de la productora Kandor Graphics tras El lince perdido.
Justin vive en un reino gobernado por burócratas donde los caballeros han sido desterrados. Su mayor sueño es llegar a ser uno de los «Caballeros del Valor”, como lo fue su abuelo, pero su padre Reginald, consejero de la reina quiere que su hijo siga sus pasos y se convierta en abogado. Después de una inspiradora visita a su querida abuela y de despedirse de Lara, su amor platónico, Justin escapa en pos de su sueño. Por el camino conoce a la guapa y luchadora Talía (Inma Cuesta), al excéntrico mago con trastornos de personalidad, Melquiades , al apuesto y caradura Sir Antoine (Antonio Banderas) y es entrenado por tres sabios monjes, que le instruirán en las enseñanza de los viejos caballeros y le pondrán a prueba. A pesar de no ser el mejor candidato para ser caballero, Justin tendrá que probarse así mismo cuando el malvado Sir Heraclio y sus acólitos, liderados por Sota, regresen amenazando con destruir el Reino.
De este modo, rodeado de numerosos vestigios del pasado, el actor y productor Antonio Banderas, el director Manuel Sicilia, la actriz Inma Cuesta y la cantante Angy nos reciben sonrientes pero conscientes de lo mucho que se juegan en esta presentación. Tienen en sus manos un producto al que han dedicado mucho esfuerzo, pero que necesita de los medios para su adecuada promoción, al no contar con el respaldo económico de otras producciones similares que llegan del otro lado del océano.
Está claro que ha debido ser difícil dar a luz a Justin, teniendo en cuenta las grandes cifras de presupuesto que maneja el cine de animación y el mal momento económico en el que llega.
Antonio Banderas
Hemos tenido que salir a los mercados internacionales. Hemos pasado por Cannes, por los mercados de cine de Los Ángeles, tratando de buscar la financiación con las preventas. Eso ha sido clave dentro de nuestro proyecto, el haber podido vender el producto a casi 150 países con un mínimo garantizado que se producen en las preventas y con ello poder ir a un banco para que nos adelantaran el dinero, porque la película se convirtió en una carrera de obstáculos. Ha habido algunos momentos muy dramáticos en los que pensamos que se caía todo el equipo. Por tanto el primer éxito en realidad de la película es el haberla terminado: estar aquí delante de vosotros ahora mismo o hace un par de días cuando estuve en Londres y me encontré un montón de autobuses con los carteles de Justin dando vueltas por la ciudad. Ver cómo lo película se estaba recibiendo es muy bonito.
Justin se podría convertir por tanto en un buen embajador del cine de nuestro país, algo así como esa «marca España» de la que tanto hablan nuestros políticos.
Antonio Banderas
La marca España deben ser un montón de cosas, no debe ser una persona o una institución sólo sino el esfuerzo de mucha gente que creen que sí se puede, el «Yes, we can» que decía Obama nos lo tenemos que empezar a creer. No nos podemos quedar en el punto de víctimas continuas, echarnos la culpa los unos a los otros. Tenemos que tirar para adelante. No hay otra. Nosotros nos hemos tenido que estrujar el cerebro para ver cómo podíamos producir esto y hemos tirado para adelante de esa manera y si eso es «Marca España», pues sí, a lo mejor Justin también debería ser Marca España. Un tío que es capaz de ir por un sueño y de salvar un montón de obstáculos. Todos al final somos un poco Justin.
A diferencia de otras películas de animación, Justin y la espada del valor no cuenta con ese respaldo promocional con el que sí trabajan otros grandes títulos norteamericanos.
Antonio Banderas
Las promociones son fundamentales. Muchas películas que vienen de Hollywood, lo sé porque estoy en ellas, llegan a conectar con una audiencia muy amplia porque tienen un sistema promocional impresionante. Es la imposibilidad de no verla. Cuando tú haces una película de 150 millones de dólares y gastas 70 en la promoción para el mercado doméstico, competir contra eso es muy difícil. Yo cuando llegue aquí a Madrid para la promoción de El gato con botas, estaba prácticamente toda la Castellana llena de carteles de la película. Es muy difícil competir contra eso.
Es importante para el cine de nuestro país que surjan proyectos como éste, más teniendo en cuenta la delicada coyuntura que atraviesa nuestro cine por culpa de esta interminable y angustiosa crisis.
Antonio Banderas
La idea no era montar una película de forma aislada sino generar industria y eso es más complicado, porque nosotros los artistas somos muy malos para esto de la gestión y la administración y para meternos en el ámbito de la empresa, pero como dicen en mi tierra, en Málaga, la mejor universidad es la del palo. Y creo que hemos aprendido algunas lecciones y de momento seguimos caminando.
Manuel Sicilia, como director de esta película, tiene claro cuáles son esos aspectos de la cinta que había que cuidar con especial mimo.
Manuel Sicilia
Yo creo que en lo que más empeño he puesto es en el protagonista, porque en las películas de animación los secundarios son más fáciles de llevar, pero realmente el motor, el que arrastra toda la historia es el protagonista. Y conseguir que Justin te importe, que te preocupes por él, resulta fundamental. Creo que en eso hemos ganado mucho con relación a El lince perdido. Del mismo modo, para contar la historia de Justin, esa evolución de niño a caballero que es también la de niño a hombre, era muy importante que su mundo fuese grande, que fuese un mundo que te pudieses creer. Para que Justin se convierta en lo que se convierte tiene que conocer muchos sitios,a muchos personajes y hay que crear ese mundo de una forma creíble, bonita, que tenga empaque de película grande, de película americana que era lo que queríamos. Eso era imposible sin que el estudio se matase. La gente echaba catorce, quince, veinte horas. Nadie soltaba un plano sin que estuviese terminado. Todo el mundo quería hacer mejor animación, mejores texturas y yo creo que se ha conseguido. Aunque no podemos acercarnos a una película americana, que se hace con cinco o seis veces más presupuesto, creemos que la factura es muy bonita y que está a la altura de la historia.
Como toda película infantil, Justin y la espada del valor no olvida su vertiente más pedagógica.
Antonio Banderas
Nosotros, al hacer una película para niños, asumimos una cierta responsabilidad. De alguna forma dividimos los aspectos de la película en dos partes fundamentales. Una era entretenerlos, que viviesen una aventura, pero también las películas de este tipo necesitan tener un mensaje. Hay una serie de moralejas en todos los personajes pero el valor fundamental es el de la perseverancia, el ir detrás de un sueño, tratar de conseguirlo, el salvar los obstáculos que se van presentando en el camino. De alguna manera eso se puede aplicar a los 150 miembros del equipo, de los que yo diría que «Todos somos Justin», porque hemos vivido cuatro años de un montón de obstáculos. Hemos tratado de hacer una película que se alejara de Hollywood. Las películas que se hacen allí cuentan con muchísimos medios y financiación y nosotros no tenemos eso. Nosotros la hemos hecho con muchísima ilusión pero también con muchas lágrimas y con mucho sudor, contando incluso con algunos dibujantes y cartonistas que habían trabajado en el mundo de Hollywood, en Disney, en Dreamworks. Algunos de ellos incluso han decidido venirse reduciendo sus salarios a trabajar en una empresa de su tierra, una empresa española.
Lo que sí parece claro es que en Dreamworks, con quienes Antonio Banderas ya trabajase en El gato con botas, han debido estar muy atentos al resultado de esta película.
Antonio Banderas
Desde el principio. De hecho hicimos un pase de El lince perdido para la gente de Dreamworks. Vieron que había otra gente en otras partes del mundo que se atrevían a hacer cine de animación. Comenzaron a preocuparse y a mí me gusta que se preocupen (risas) especialmente cuando La dama y la muerte (cortometraje producido por Kandor) consiguió una nominación al Oscar. Se preocuparon tanto que nos robaron al director. Ahora espero que se asusten más, que vuelvan la cabeza y levanten las cejas cuando vean esta película sobre todo en términos tecnológicos. Pero ahora mismo nosotros estamos dependiendo del publico. Esta mañana me han preguntado si habrá una segunda parte. El publico es el que tiene la última palabra respecto a eso.
El lince perdido se antoja fundamental por tanto para la posterior concepción de Justin y la espada del valor.
Antonio Banderas
Hubo diferencias claras. Con El lince perdido no pudimos utilizar la improvisación porque parte del trabajo ya estaba hecho. El lince perdido nace en realidad de un programa educativo de la junta de Andalucía que se iba a caer en un momento determinado y entonces el grupo se queda con un montón de trabajo hecho que no iba a ninguna parte. Ése era el momento en el que se acercaron a mí. Vinieron un montón de locos a mi casa a Los Ángeles y pusieron un montón de dibujos encima de la mesa, me enseñaron unos vídeos y me sorprendió mucho que esa gente, con todo ese talento, estuviese en Andalucía en un mundo tan complicado y tan caro como es el cine de animación. Logramos terminar El lince perdido y ganó un Goya. La película fue bien recibida en cuanto a la crítica y entonces nos aventuramos a dar el siguiente paso. El siguiente paso fue un corto para probar la nueva tecnología y resultó ser nominado para un Oscar. Entonces las cosas se empezaron a poner un poco más serias. Nos planteamos la película de Justin y lo hicimos en el momento en el que el mundo se pega un batacazo con la crisis y eso nos ha llevado a atravesar un etapa económica muy difícil.
Parece que Justin y la espada del valor tampoco permanece al margen de una cierta crítica a las sociedades modernas.
Antonio Banderas
El comienzo de la película a mí me encanta, esa parte en la que se plantea el orden a través de leyes absolutamente estrictas que tocan lo absurdo: los bomberos que intentan apagar un fuego pero les están poniendo una multa mientras tanto, la niña que no puede jugar con el gatito porque no tiene tal certificado. A veces en las sociedades modernas hemos tocado el absurdo y cuando el absurdo ya desencaja en el mundo de la violencia como estamos viendo estos días en muchos lugares del planeta la cosa ya es absolutamente dramática.
Y es que podríamos decir que Justin y la espada del valor promete algo más que el simple entretenimiento.
Manuel Sicilia
Yo pienso que la película, aunque es para niños, tiene un puntito arriesgado porque no es una comedia loca. Hay mucho producto americano que es comedia loca, que nos encanta, pero nuestra apuesta es ese puntito de corazón, más trabajada… Hay grandes películas como las de Pixar que también lo tienen como Up. Up es increíble. Hay momentos de Up que son para tirarse al suelo a llorar porque realmente te llega.
Pero no hay que olvidar que esta película está concebida para un público infantil.
Antonio Banderas
Dirigiéndome a los niños les diría que van a encontrar con una película de aventuras con mucho humor y que además van a aprender un montón de cosas. Yo he sido padre, aunque mis hijos están ya muy creciditos, pero he sido padre y todos los padres hemos incurrido en algún momento en ser un poquito hipócritas. Recuerdo una vez una discusión con mi hija porque ella quería ver una película y yo quería ver otra. Y es que la que yo quería ver sabía que estaba hecha más para mí que para ella y la que ella quería ver estaba hecha para ella y a mí me iba a aburrir. Muchas veces llevamos a nuestros hijos a ver las películas que queremos ver nosotros, pero los niños quieren ver una película que sea clara, donde ellos entiendan todas las realidades que están pasando, donde los malos son malos, los buenos son buenos, donde quizá no haya tantas referencias pop que a nosotros nos encantan pero que ellos no las entienden porque no han vivido esa época. Nosotros cuando hicimos Justin y la espada del valor tratamos de hacer una película para ellos, para los niños, para que se divierta el niño, no una película para los papás.
Manuel Sicilia
Hace unos días vinimos de Londres y el gran premio para nosotros fue en un pase con un montón de niños ver que, cuando acababa el pase y les daban la espada de plástico, empezaban a pelear diciendo «Yo soy Justin». La verdad es que sí tenemos ese pequeño nivel para papás pero el corazón de la película está hecho para ellos y yo creo que en ese sentido el gran premio para nosotros es que se lo creían y querían ser Justin.
Para Inma Cuesta, actriz que pone voz a la intrépida Talía, Justin y la espada de valor supone su primera incursión en el cine de animación.
Inma Cuesta
Ha sido una aventura divertidísima y arriesgada porque era la primera vez que lo hacía. Me encontré con la dificultad de que mi timbre de voz es bastante más grave que el de Talía, o al menos el que Manuel pansaba para el personaje. Tuve que hacer un cambio de registro de voz, de timbre y jugar a ser más jovencita de lo que soy para ella. Algo que a mí como mujer me hacía preguntarme: ¿Que tengo la voz mayor? ¿Cómo es esto? (risas) Pero bueno, estuve muy bien asesorada por Manuel y por el director de doblaje, que me ayudó mucho. La verdad es que he disfrutado como una niña pequeña. Viendo la película puedo decir que no es una película solamente para niños. Los que se animen a acompañar a los pequeños al cine van a disfrutar porque yo he disfrutado como una niña viéndola.
Todo un reto el que ha debido suponer dar voz a un personaje animado.
Inma Cuesta
Era un desafío porque no lo había hecho antes. Era algo que me apetecía muchísimo hacer pero al ser primeriza en esto una va con el susto de ver si va a salir bien o no. Yo soy un poco Talía y me lanzo a la piscina aunque me mate y corro para adelante aunque me estrelle. Así que así lo hice, bien asesorada evidentemente, con una buena red y sabiendo que estaba detrás Antonio Banderas de productor de la película. Viendo luego el resultado ha sido todo un acierto entrar en esta aventura.
Antonio Banderas, mucho más versado en el cine de animación, también encuentra en Justin y la espada del valor un importante reto.
Antonio Banderas
La parte más difícil viene sin duda ahora, a la hora de distribuir la película y ponerla en la cabeza de la gente. Nosotros, aunque hay alguna televisión asociada, no contamos con aquello que lleva a la gente a las salas: el poder enorme que ejercen las televisiones para prácticamente obligar a las familias a que lleven a los niños al cine. Nosotros necesitamos vuestra ayuda si creéis en la película para lanzar el mensaje de que tenemos un producto español que estamos vendiendo a nivel internacional, que se ha hecho con un montón de españoles, 150 trabajadores en unos momentos muy difíciles, y que es una alternativa directa al cine que nos llega de Hollywood. Ése es el mayor reto que nos planteamos en este momento.
Angy, la joven cantante que saltase a la fama al proclamarse finalista del talent-show Factor X y a la que ya viésemos en la serie Física o química, canta la canción principal de Justin y la espada del valor. Se siente orgullosa de formar parte del equipo, pero parece tener una pequeña espina clavada.
Angy
Bueno, la verdad es que el protagonismo para mí lo tienen el director y los actores, pero yo estoy encantada de estar aquí, de haber podido cantar la canción. Cuando conocí a Manuel le veía con tanta ilusión y le vi los ojos tan brillantes contándomelo todo, cómo empezó todo, que supe que iba a salir muy bien porque con esfuerzo todo se consigue. Yo estoy muy contenta de haber participado en esta película. Aún así en su momento le dije a Manuel: ¿Por qué no me has llamado para doblar también? (risas). La verdad es que estoy muy contenta de haber cantado esta canción. Si la escucháis veréis que es preciosa.
Sería entonces cuestión de lanzarse…
Angy
¡No, no! Eso no que yo me pongo muy nerviosa.
Hay ocasiones en las que podrían encontrarse rasgos de personalidad comunes entre los actores de doblaje y los personajes de animación a los que dan vida.
Antonio Banderas
Pues espero que con el mío no porque es un cretino. Es un impostor, un personaje que en realidad pretende ser lo que no es. Hay una cosa interesante del personaje y es que probablemente, en algún momento de su vida, haya sido un poco Justin. En algún momento de su vida haya soñado con ser un caballero y no ha tenido ni la habilidad ni el coraje para llevar a cabo ese sueño y se ha convertido en lo que vemos en la pantalla, en un ser realmente patético. Eso lo vemos en la vida continuamente, hasta en los partidos de fútbol. Los que saben jugar juegan y los que no saben jugar pegan patadas. Eso es lo que hace mi personaje, pegar patadas tratando de buscar un espacio que ya probablemente perdió por haber abandonado ese sueño.
Inma Cuesta
Yo sí creo que tengo mucho que ver con Talía. Para las niñas que vayan al cine a ver la película creo que es todo un ejemplo. Todo lo contrario a lo que estamos acostumbrados a ver en las películas de dibujos: la princesita que espera a que llegue el príncipe. Talía es una mujer de armas tomar, guerrera, luchadora, valiente y de hecho como contrapunto a Justin le infunde valor a él. Y yo soy también de armas tomar, pero sin espada (risas).
Angy, aún sin poner voz a ninguno de ellos, se termina identificando con el propio Justin.
Angy
Justin está persiguiendo un sueño y quiere ser un héroe, está luchando por lo que cree y yo también lo estoy haciendo. Llevo pocos años en esto y evidentemente me queda mucho por recorrer, pero hay que ir siempre con la mente abierta y con los sueños bien claros para ver bien tu meta, la que tienes que seguir. Esta película te enseña a eso y yo creo que hasta a mí me va a hacer aprender mucho.
Antonio Banderas ha puesto voz a diferentes personajes de cine animado. Del mismo modo ha producido diferentes títulos de animación en los últimos años, sin embargo el salto a la dirección parece que se resiste.
Antonio Banderas
A mí me encantaría pero es que el mundo de la animación requiere de muchísimo tiempo. El periodo de tiempo que requiere hacer una película tradicional desde el punto de vista de la dirección puede estar en el año, año y medio, si cuentas toda la preparación previa, producción, postproducción y promoción, pero en una película de animación esto son mínimo cuatro años. No conozco el modo de poder compaginar eso con otros trabajos,a menos que optes por dirigir una película y abandonarlo todo, dedicar toda la energía durante un tiempo a eso. La verdad es que lo veo complicado.
Justin y la espada del valor (2013), de Manuel Sicilia, se estrena en España el 20 de septiembre de 2013