Las películas de superhéroes parecen haber tomado un cariz más serio y profundo desde que Christopher Nolan se encargara de dar su particular versión de Batman en tres largometrajes. No obstante, esta visión más adulta no siempre encaja con muchos de los personajes de la DC y la Marvel que han tenido su particular adaptación para la gran pantalla, como comprobamos en El hombre de acero, la controvertida cinta de Superman realizada por Zack Snyder.
Ant-Man, la película basada en el personaje creado por Stan Lee y Jack Kirby, se aleja de la trascendencia de los filmes de Nolan y Snyder gracias al humor. No es casualidad que el director sea Peyton Reed, autor de comedias tan desenfadadas como Di que sí, Separados o Abajo el amor. A ello contribuyen también un guion escrito por expertos en provocar la risa como Edgard Wright, realizador de títulos como Zombies party o Scott Pilgrim contra el mundo; Adam McKay, responsable de Los otros dos o Hermanos por pelotas; Joe Cornish, director de Attack The Block; y el actor Paul Rudd, intérprete habitual de los trabajos de Judd Apatow que, en esta ocasión, se encarga de ponerse en la piel del héroe enmascarado.
De esta manera, las aventuras para la gran pantalla de El Hombre Hormiga parecen contentarse simplemente con ser un mero entretenimiento dirigido al público juvenil que encaje sin problemas en el particular Universo Marvel junto a las películas de Iron Man, Thor, El capitán América y Los Vengadores. Así asistimos a una cinta que combina los chistes y las divertidas réplicas con las habituales escenas de acción, una pizca de comedia romántica y una doble historia de redención: la de ese joven ladrón que accede a ponerse el traje de superhéroe para lograr la admiración de su hija, y la de su particular mentor, un anciano que fue su predecesor y que pretende recuperar el cariño de su vástago, una joven que no le ha perdonado su comportamiento con su madre.
El resultado es una cinta ligera, divertida e intrascendente que hará las delicias de niños y adolescentes, así como de los fans de los cómics. A ello ayuda un estupendo reparto donde sobresalen los nombres del mencionado Paul Rudd, simpático como el protagonista de pasado criminal; Michael Douglas, perfecto en su papel de mentor de carácter arisco y pasado un tanto turbio; Corey Stoll, estupendo como ese villano agraviado por el desdén con el que le trató su maestro, y una sexy Evangeline Lilly, que se mete en la piel de una mujer menos dura de lo que parece a simple vista.