Ana, también a nosotros nos llevará el olvido

Ana, también a nosotros nos llevará el olvido

Ruth Sánchez, Rubén Darío, Marta Viera y María de Vigo, el elenco al completo de Ana, también a nosotros nos llevará el olvido, un texto de Irma Correa, con dirección y espacio escénico de Mario Vega

 

 

Ana (También a nosotros nos llevará el olvido), habla de todas esas pequeñas victorias de las mujeres que nos antecedieron, y también de todas las puertas que, como Nora, aún nos quedan por atravesar.
Irma Correa -Autora-

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Ana, también a nosotros nos llevará el olvido, es un texto de Irma Correa, con dirección y espacio escénico de Mario VegaAna, se presenta como: «el premiado homenaje a Galdós que llegará a Madrid este octubre», y en diversas entrevistas sus creadores señalan como germen de Ana, a Nora, de Casa de muñecas o Tristana de don Benito.

Inicia la función una narradora que no abandonará en ningún momento el escenario, nos hablará de la levedad del ser, y de lo efímero de nuestra existencia, mientras en una acción en paralelo conoceremos a Ana y a Lope, que le servirán a Irma Correa como percha para hablar del machismo, la dictadura, la discriminación de la mujer y de los homosexuales.

Irma Correa, quiere denunciar varios temas, y la narración como documento de una realidad tiene su valor por si sola. Al final nos ofrece un dato que para mí da vigencia a la historia, al conocer que es un homenaje a su madre, por lo que la historia no hay que mirarla como una ficción simbólica, si no como una historia cerrada, tal y como fue, y no hay nada mas universal que los avatares cotidianos.

Los actores Ruth Sánchez, Marta Viera, María de Vigo y Rubén Darío, en un momento de la representación.

Los actores Ruth Sánchez, Marta Viera, María de Vigo y Rubén Darío, en un momento de la representación.

Ana, Lope, la fotógrafa y la peluquera, con sus diálogos dejan muy clara, una situación que es desazonadora, pero el discurso de la narradora metafísico, distrae la honda emoción de la obra, a pesar de que la actriz Ruth Sánchez le pone todo el aplomo y la serenidad precisa, de quien ya, nada le asusta nada le espanta.

El espacio escénico es impactante y la dirección impecable, de ambos trabajos se hace cargo Mario Vega, con aportaciones brillantes y eficaces como es la innovadora forma de sacar partido a las proyecciones, y logrando momentos estéticamente muy hermosos, reafirmando la dureza de la historia.

La función está bien construida y los diálogos son precisos. El querer contarlo todo en una sola obra, es muy común en los creadores, seguro que con el tiempo Irma Correa ganará en matiz, que es lo que le falta a Ana, pero su labor como dramaturga está demostrada.

Los actores están muy bien dirigidos, y su trabajo está bien amalgamado. Los cinco pisan con firmeza el escenario. Marta Viera presta su desorientación existencial a Ana, María de Vigo dobla papel, componiendo a una peluquera que es todo  coraje y vida, y en contra de la moneda, a una fotógrafa francesa que muere por amor, buscando la utopía de la libertad.  A  Rubén Darío le toca la peor parte, es el macho típico, tópico e insensible, del que no dudas que Ana, quiera poner un océano de por medio, de la actriz Ruth Sánchez, ya he mencionado que su cometido es un verso suelto, pero la actriz realiza un buen trabajo.

El actor Rubén Darío, en uno de los alardes de la escenografía de Ana.

El actor Rubén Darío, en uno de los alardes de la brillante escenografía.

 

Título Ana, también a nosotros nos llevará el olvido  Texto: Irma Correa Dirección y espacio escénico: Mario Vega Elenco Marta Viera, María de Vigo, Rubén Darío y Ruth Sánchez Prensa María Díaz.

En Teatros Fernán Gómez -Madrid-, del 21 al 25 de octubre de 2020, más información de fechas y horarios aquí

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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