Por NACHO CABANA
Acaba la mejor de todas las ediciones hasta la fecha de la muestra de cine independiente estadounidense Americana que se clausuró el domingo en Barcelona con la proyección de Blaze largometraje realizado por Ethan Hawke que además ganó, junto a Wildlife de Paul Dano sendas menciones especiales del Premio de la Crítica en esta edición 2019 . Se trata de dos películas muy distintas pero con algo en común: estar dirigidas por actores. El premio de la crítica a la mejor película fue para We the animals de Jeremiah Zagar que no he tenido el acierto de ver.
Blaze cuenta la historia del cantante y compositor de canciones country & western Blaze Foley (desconocido fuera de Texas). El film huye del biopic al uso al alternar la línea temporal personal (esto es, la que cuenta la peripecia vital del artista) con otras que recrean momentos clave en su vida y carrera (entre ellas, la del día de su muerte) y una entrevista con dos de sus colaboradores años después al estilo de la primera temporada de True detective. Hawke aprovecha esta estructura para jugar con las elipsis en la biografía de Blaze al tiempo que mezcla ésta con las otras secuencias más en función de la conexión emocional, musical y/o simbólica que argumental.
Interpretada por Ben Dickey, músico profesional antes que actor, Blaze se resiente de una excesiva premiosidad a la que no beneficia unas canciones tan lentas como desnudas y una fotografía muy sombría (en el supuesto de que no fuera culpa del proyector de la sala, claro) en la que a veces cuesta distinguir los elementos que componen el plano. Es una buena película, con una acertada recreación de ambientes pero requiere una fuerza de voluntad quizás excesiva para los no amantes del country & western texano.
Wildlife de Paul Dano cuenta la descomposición de un matrimonio en un pueblo de Montana acechado por los incendios en los años 60. Recuerda bastante a Revolutionary road de Sam Mendes pero aquí su responsable pone el foco en el hijo adolescente del matrimonio que le convierten en un espectador forzoso de sus miserias y juegos de poder. No estamos ante una película donde un menor “se da cuenta” de que sus padres se están separando sino ante un planteamiento en el que estos (sobre todo la madre) parecen necesitar la presencia de su vástago para poder romper siendo esto más importante que las consecuencias emocionales que le pudieran ocasionar al muchacho.
Wildlife está muy bien interpretada por Carey Mulligan (la actriz actual que mejor aguanta los primeros planos), ese hombre para todo que es Jake Gyllenhaal y un excelente Ed Oxenbould como el hijo.
También sobre parejas en crisis (pero sin premio) versa We used to know each other de Robert G. Putka. Rodada solo con 38.000 dólares y en 10 días, es la secuela perfecta e involuntaria de 10.000 kilómetros de Carlos Marques-Marcet al tiempo que un relato sobre lo peligroso que es dar sorpresas en las relaciones a distancia y una imprevista descripción del camino que conduce al poliamor. Tan sencilla en su planteamiento como acertada en la dirección de actores, We used to know each other tiene además un inteligente final abierto y solo dura hora y cuarto.
El jurado joven de la sección NEXT del Americana Film Festival, formado por los alumnos de La Casa del Cine, ha decidido apostar por la ya comentada en estas páginas ópera prima Never Goin’ Back de la directora Augustine Frizzell, divertidísima película de chicas hecha para que sus novios se lo pasen tan bien como ellas.
El premio del público a mejor largometraje de la sexta edición ha sido para Free Solo, de Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi, un prodigio tanto si te apasiona la escalada como si siempre le has prestado a este deporte la misma atención que al hockey sobre hierba. Es la crónica de una hazaña deportiva así como el retrato psicológico de un escalador capaz de trepar una de las paredes más difíciles del mundo sin cuerdas. Aunque a veces el film se convierte en su propio making of, estamos esperando una explicación más detallada y técnica de cómo la han grabado.
El ranking de puntuaciones (sobre 5) de los premios del público es el siguiente (resulta curioso que las primeras posiciones sean ocupadas por documentales):
Free Solo 4,71
Chi-Town 4,44
Minding the Gap 4,39
The Bill Murray Stories 4,39
Cameron Post 4,28
Satan & Adam 4,19
We the Animals 4,13
Hearts Beat Loud 4,09
Monrovia. Indiana 3,93
Wildlife 3,92
An Evening with Beverly Luff Linn 3,90
Leave no Trace 3,88
We Used to Know 3,84
Kindergarten Teacher 3,81
Damsel 3,79
Madeline’s Madeline 3,66
We the Coyotes 3,66
Friday’s Child 3,62
Her Smell 3,50
Never Goin’ Back 3,49
Blaze 3,49
Hale County 3,35
Tyrel 3,257
Support the Girls 3,13
Relaxer 3,07
El palmarés se completa con el premio del público para corto y largometraje. El mejor cortometraje ha recaído en Souls of Totality, de Richard Raymond, que con su plano secuencia final rodado durante un eclipse solar ha seducido al público. El segundo corto mejor valorado es Caroline, de Logan George y Celine Held, que estuvo presente entre otros en Cannes. La tercera posición ha sido para Parent Teacher de Jim Cummings y Dustin Hahn, uno de los directores habituales de la sección.
El Festival Americana cierra su sexta edición con gran éxito de público -un crecimiento del 30% de asistencia con el cartel de localidades agotadas en 14 sesiones- y con una excelente valoración de la programación. Más de 7.000 espectadores han disfrutado de esta edición, una cifra provisional a la que habrá que añadir los espectadores de la Filmoteca de Catalunya o la Route 66, una iniciativa que llevará las películas del festival a las principales ciudades del Estado.
Un año más, reclamamos a los responsables la presencia en sucesivas ediciones de títulos canadienses y mexicanos para poder ser fiel a su denominación.