“Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo), de Íñigo Guardamino

“Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo), de Íñigo Guardamino

Alex Villazán -David-  Belén Ponce de León Jose Emilio Vera -Samu- y Katia Borlado -Marta- en «Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)», de Iñigo Guardamino ©Carmen Prieto

 

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)  es la nueva obra de Iñigo Guardamino . Una pieza que se despega de sus trabajos anteriores en que prevalecía la comicidad mantenida en alto para retratar de la realidad su parte mas esperpéntica. El género cómico permite cualquier exceso hasta la hipérbole, y pasado por ese tamiz se han denunciado las mayores atropellos sociales, provocando una risa redentora que restaba hierro y servía para tomar distancia con del drama.

“Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo) «, no es ninguna romería, y aunque el autor sea fiel con la ironía a la hora de encarar la historia de David, no se aprecia que con la risa se pretenda restar drama al avatar de este licenciado en derecho, con sus respectivos masters, que acaba aceptando un trabajo como rider en una empresa de entregas a domicilio que el autor con su fina ironía llama Hermes.

El inicio laboral del chico es desolador, pero por medio de un chanchullo con un rider veterano llamado Samu consigue rozar los 1000 euros mensuales trabajando a jornada completa.

""Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)", de Iñigo Guardamino Àlex Villazán y Jose Emilio Vera  ©Carmen Prieto Pulsar Imagen para ampliar.

«Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)», de Iñigo Guardamino Àlex Villazán y Jose Emilio Vera  ©Carmen Prieto Pulsar Imagen para ampliar.

Ni la corrosiva ironía del mejor Guardamino nos hace olvidar la alienante situación de David, que trabaja en una empresa que se comunica con él por medio de una voz creada por la inteligencia artificial que constantemente le penaliza, haciéndote ver que cualquier contratiempo que ocurra es culpa suya, siendo explotado laboralmente por partida doble, primero por la empresa, y segundo por Samu, el intermediario que le allana el camino para que le asignen pedidos, con un reparto de beneficios leonino del 30, 70.

En lo afectivo David se mueve entre un padre médico que les abandonó coincidiendo con la pandemia, una novia que tiene que compartir por no caer en los tópicos heteropatriarcales y una madre funcionaria de tráfico que no acaba de entender este nuevo sistema laboral, en que uno se ofrece voluntario para trabajar en régimen de esclavitud, poniendo vehículo y material por un salario que no alcanza para solventar las mil doce necesidades creadas, RRSS mediante, por el sistema.

En la función podríamos diferenciar quien intenta facilitar la vida a David y los que no, en el primer monto únicamente está Luisa, su madre, funcionaria de tráfico que está aprendiendo a dibujar. Sus profesores le han aconsejado que dibuje lo que conozca y ella lo hace poniendo sobre el papel con la técnica del carboncillo cuerpos desmembrados después de un accidente de tráfico. Para interpretar a Luisa el director ha contado con la actriz Belén Ponce de León, una de las grandes de su generación, que compone el personaje con toda la vitalidad y luz que precisa.

"Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)", de Iñigo Guardamino Julia -Belén Perez de León una de las actrices grandes de su generación ©Carmen Prieto Pulsar Imagen para ampliar.

«Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)», de Iñigo Guardamino Luisa  -Belén Ponce de León- una de las grandes actrices de su generación ©Carmen Prieto Pulsar Imagen para ampliar.

David mantiene una relación poco gratificante con su pareja, Marta, que trabaja en cuentas de internet, que le ocupan la jornada completa. Con ella mantiene una relación que el autor califica de líquidofestiva, lo que significa que es su pareja a días alternos. El personaje está encarnado por Katia Borlado, una actriz joven con muchas tablas, procedente de La Joven compañía, que pone sensualidad y estado gaseoso a su condición sentimental.

El sólido actor Jose Emilio Vera se hace cargo de interpretar a Samu, y se desdobla representando otros personajes episódicos, entre los que está poner cara al colorido padre de David al que reencuentra haciendo una entrega de Hermes.

Alex Villazán es David, otro actor procedente de la Joven, que redondea su personaje con esa voluntad férrea con la que se manifiestan algunos chicos apenas superada la adolescencia, y ara con los bueyes que le tocan y el inclemente tiempo que le ha tocado vivir.

La prometedora carrera como rider de David, acaba una noche de lluvia al chocar con un coche. Si es su vida o solo su carrera como rider lo que acaba no os lo voy a contar para que acudáis a la sala para saberlo. En el traslado en ambulancia y fruto de las drogas legales tiene un sueño en forma de coreografía deliciosa interpretada por sus padres y su novia, que firma Pablo Martínez Bravo.

Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)  es una pieza menos hiperbólica de lo que nos tiene acostumbrados Guardamino, que por momentos desazona, a pesar del humor, porque habla de las precariedades varias y reales, y de otras soledades.

 

Alex Villazán -David- y Katia Borlado -Marta- en "Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)", de Iñigo Guardamino ©Carmen Prieto

Alex Villazán -David- y Katia Borlado -Marta- en «Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)», de Iñigo Guardamino ©Carmen Prieto

 

Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo), se estrenó el 23 de marzo y estará en cartel hasta el 23 de abril de 2023, en el Teatro Quique San Francisco -Madrid-, más información y compra de entradas AQUÍ.

Dramaturgia y dirección: Iñigo Guardamino Reparto: Alex Villazán, Belén Ponce de León, Jose Emilio Vera y Katia Borlado
Fernando Sainz de la Maza será alternante de Alex Villazán el 13, 14 y 21 de abril

 

 

Escenografía y Vestuario: Paola de Diego Iluminación y movimiento corporal: Bea Francos Ayudante de Dirección y Coreografía: Pablo Martínez Bravo Ayudante de Escenografía y Vestuario: Guillermo Felipe Señaris Espacio Sonoro: David Ordinas Fotografía: Carmen Prieto Remón Diseño cartel: Andrés Sansierra Producción Ejecutiva: Isabel Castaño Una producción de La Caja Negra Teatro

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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