Por NACHO CABANA
A estas alturas de la 50 edición del Festival de Jazz de Barcelona, había ganas de entrar a la sala Barts y encontrarse la platea despejada de butacas y lista para el baile. Y aunque Amadou & Mariam poco o nada tiene que ver con el estilo que nos ha venido ocupando todo el otoño musical, su mezcla de ritmos de África occidental con el rock clásico no defraudó a los asistentes a pesar de un pequeño bache antes de enfilar los últimos temas del bloque principal del concierto.
Amadou & Mariam se conocieron a finales de los años 70 en una institución para ciegos de Malí pero no fue hasta la explosión en los 2000 de la música africana producida por occidentales (especialmente, franceses) que dieron el salto a la escena internacional con el disco producido por el entonces indiscutido Manu Chao, Dimanche à Bamako. Este trabajo les dio pasaporte para todo tipo de festivales (Glastonbury y Coachella) y colaboraciones (Coldplay, U2, Damon Albarn) amén de facilitarles una continuidad en su carrera.
La principal baza del dúo es, sin duda, las habilidades de Amadou Bagayoko como guitarrista; resulta prodigiosa la naturalidad con que transita entre los acordes y tonalidades más específicamente africanas con las del rock anglosajón. Se entiende, además, perfectamente con Yao Dembele al bajo así como con el resto de la banda que le acompaña, encargados de suplir el obligado hieratismo de los músicos. Tanto bueno es Amadou en los solos que los mejores momentos del concierto fueron aquellos en que Mariam salió de escena para cambiar su vestuario y él fue nada más que un instrumentista tocando sin preocuparse del componente vocal de su formación.
Y es que Mariam tiene una buena voz pero no mejor que la de su compañero. Ambas se ensamblan correctamente y el timbre femenino fue muy de agradecer en temas como Mon Amour, Ma Chérie o la inevitable reivindicación de lo africano que es Africa Solidarité. Pero la nula gestualidad de la mujer pesa cuando todo a su alrededor se dispara.
Muy bien sincronizados Yvo Abadi a la batería y Joel Hierrezuelo a la percusión; más funcional pero con destellos de genio Charles Frederik Avot a los teclados y memorable el momento en que la corista y bailarina Aminata Doumbia, al final del último bis, perdió su peluca en pleno giro y tuvo que recuperarla entre risas.
Esta semana el 50 Festival de Jazz de Barcelona:
PEPE RIVERO & JAVIER COLINA
Sábado, 1 de diciembre
Conservatori del Liceu, 20.30 h. | 22 €
MARIOLA MEMBRIVES
Martes, 4 de diciembre
Luz de Gas, 21 h. | Desde 25 €
IGNASI TERRAZA – ANTONIO SERRANO
Miércoles, 5 de diciembre
L’Auditori Sala 3, 20.30 h. | 25 €
LA MALINCHE QUINTETO
Viernes, 7 de diciembre
Harlem Jazz Club, 20.30 h. | Desde 12 €