Por NACHO CABANA
Apareció Marisa Monte en el escenario de Alma 2024 delante de una pantalla azul que iría cambiando de color según avanzaba al concierto, pero renunciado a proyecciones “figurativas” de ningún tipo. Vestida toda de negro; corsé falda con vuelo y un sombrero negro, estilizando su esbelta figura.
Aunque empezó su carrera mucho antes (en 1988), la brasileira se hizo extremadamente popular en España allá por 2002 cuando formó, junto a Carlinhos Brown y Arnaldo Antunes el trío Tribalistas que les catapultó (al menos a los dos primeros, jamás entenderé porqué Antunes sigue siendo, aún hoy, casi un desconocido en nuestro país) a ese extraño Olimpo de los “incontestables”. Como, sin tener nada que ver musicalmente, Kiko Veneno o Manu Chao; artistas a los que, al menos durante un tiempo, nadie se atreve a discutir.
Comenzó Marisa Monte su recital en el Alma 2024 con María de verdade, tema de 1994 incluido en su álbum Verde, anil, amarelo, cor de rosa e carvão que conectó de manera inmediata con el publico, mayoritariamente brasileño que celebraba con un sold out la presencia de una de sus divas en una temporada, esta 2023-2024, donde no se han prodigado los artistas de allá.
Continuó la carioca con Infinito Particular y versionó a Paulinho da Viola en Dança da solidão y a Pixinguinha con Carinhoso: precisamente de este último grabó algunos temas en su segundo disco Mais, de 1991. Con otro cover, A menina dança de Novos Baianos, acabo el cuerpo principal del concierto en Alma 2024.
De su último larga duración, Portas (2022) (del que el año pasado se editó una preciosa grabación “ao vivo”) cantó Pra melhorar y un medley que incluía Elegante amanhecer / Lenda das sereias, rainha do mar. Del, para que el que esto escribe, su mejor trabajo, Memórias, Crônicas e Declarações de Amor interpretó Tema de amor y Amor I Love You ya en los bises antes de terminar con una rola de Tribalistas Já sei namorar (previamente había hecho dos canciones más de estos: Velha infância y Carnavália).
Fue el de Marisa Monte un buen recital, su presencia en el escenario y una voz con cuerpo superaron con creces la labor de una banda que se limitó a acompañar correctamente a la diva sin aportar nada destacable en la ejecución de sus temas. Y mira que resulta extraño ya que entre ellos se encontraba el exbatería de Naçao zombi, Pupillo.
Recta final de Alma 2024.
Acaba esta excelente edición de Alma 2024 que consolida su nueva ubicación en el Poble Espanyol. Mañana sábado será el turno de Annie B. Sweet que presentará su cuarto álbum y primero en español y lleva por título Universo por estrenar.
Primera parte de un jugoso programa doble que también llevará al escenario del Poble Espanyol a los granadinos Lori Meyers, banda indie que no conoce el descanso y que cuenta con canciones de esas que ya forman parte de nuestro inconsciente colectivo como Emborracharme, El tiempo pasará o Siempre brilla el sol.
Y para fin de fiesta, desempolven sus pelucas afro, pantalones de campana y medallones gigantes porque el domingo Kool & the gang tocarán Celebration, Get down, Ladies Night mientras vemos en último atardecer en Alma 2024.
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