Alfonso el Africano de Club Caníbal para el CDN

 Cartel de “Alfonso el Africano” escrita por Chiqui Carabante, Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa, dramaturgia y dirección de Chiqui Carabante Una creación de Club Caníbal producida por Centro Dramático Nacional

 

Alfonso el Africano de Club Caníbal es una comedia bufa, sobre el periodo histórico del reinado de Alfonso XIII. Un rey que nació siendo rey, y no olvidó ni un segundo de su vida que lo era. Vivió una vida a su capricho desde su nacimiento hasta su muerte; reinando, y en su exilio con posibles cómo nos recuerda la  “marioneta princesa” al final de la función.

Alfonso también conocido como el Africano, era un Borbón de los denominados como “campechanos”, que lo son, en tanto a ti no se te olvide ni por un segundo que él, es el rey, y tú no.

La pieza está escrita por el núcleo creativo al completo de Club Caníbal: Chiqui Carabante, Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa, qué tan buenos momentos nos propiciaron con su Trilogía de Crónicas Ibéricas, hacen ficción con la realidad en ese giro exacto en que la realidad supera con creces a lo imaginado, con su perspicaz lectura retratan la manera que tenemos de responder a la vida como pueblo, entre sumisa y picaresca. La dramaturgia y la dirección de Alfonso el Africano, como en las obras anteriores la asume Chiqui Carabante.

Club Caníbal ha convertido la Sala de la Princesa del CDN, en un espacio indefinido pero con vocación lúdica como un cabaré, la sala de espera de un prostíbulo coqueto, una sala de Palacio o la pista de un circo por él desfilarán personajes de la época alfonsina con nombres y apellidos. Como es el caso del propio rey Alfonso, su madre la Reina Regente María Cristina, su mujer la reina Victorio Eugenia, el dictador Primo de Rivera, el conde de Romanones, o los hermanos Baños, un cineasta al que el propio Alfonso XIII, le encarga la producción de cine pornográfico, o para adultos, para consumo propio en compañía de personas de confianza, cuyas ideas originales eran del propio monarca, en la que siempre aparecían mujeres en estado de indefensión, y un hombre con poder les prestaba ayuda a cambio de sexo.

A todos los personajes, masculinos, femeninos o animales, les dan vida los actores Font García, Juanfra Juárez y Vito Sanz, acompañados por el músico en directo Pablo Peña, alma y brújula de las representaciones de Club Caníbal.

Font García será el monarca durante toda la representación en una recreación de hedonismo infinito, que si no fuera por las consecuencias por ser el rey, podría resultar hasta simpático en su disparate. Juanfra Juarez nos recibe cantando sinuoso un cuplé, después nos presenta a Vito Sanz, esta vez como ventrílocuo con su muñeca “princesa Borbón” mal hablada como toda marioneta parlante, con la facilidad de que pezón y cojón riman bien con Borbón. Vito Sanz y Juanfra Juárez, serán Primo de Rivera, Romanones, reinas y actrices porno, en una sucesión de situaciones bien encadenadas como es usual en las obras de Club Caníbal.

La gracia irónica del texto, y el caudal interpretativo de los actores, y su puesta en escena para representar a un personaje como Alfonso XII y su entorno es impagable, y les honra abrir una pagina de la historia olvidada como casi todas, que nos ha marcado para estar donde estamos políticamente a día de hoy.

A los creadores de Alfonso el Africano no se los puede reprochar frivolidad, aunque la pieza sea hilarante de principio a fin. La vida de este monarca que nació rey, y su mamá la Reina Regente, y su famosa tía la “Chata”, no cejaron en su empeño de repetirle para que no olvidará nunca que él, era el rey por voluntad divina, y que sus caprichos no eran más que pequeñas recompensas que merecía por su “sacrificio” y condición.

Fue un monarca incapaz de gobernar a un pueblo maltratado que padecía la mayor de las miserias de siempre, agravado desde el desastre del 98, y la sangría africana. Como el personal no se callaba permitió la dictadura de Primo de Rivera, siguiendo como rey y retirando las urnas. Hasta en su salida hubo algo de frivolidad irresponsable. Es cierto que nadie lo quería, y era de entender, pero fue por voluntad propia por lo que se fue al exilio, dejando a su mujer y a sus hijos, dos de ellos inmovilizados y enfermos de hemofilia en Palacio, a merced de la voluntad popular, en un tiempo en que en Europa se veía como solución practica, cortar el cuello de coronados y descendiente, a modo de cambio político.

El pobre Alfonso no se sintió todo lo amado que creía merecer al conocer el resultados de las elecciones municipales de 1931. Su marcha voluntaria supuso la llegada de la II República, y él continuó con su buena vida en el exilio, procuro su vuelta conspirando y contribuyendo al golpe de estado, vivió y viajó como un gentleman o niño mimado, hasta su muerte.

En el espectáculo que nos presenta Club Caníbal, no hay exageración alguna, el monarca vivía una realidad paralela encerrado en su torre de marfil, recibiendo a sus amantes en el Palacio que compartía con su mujer y sus hijos, sin llegar a entender porqué el pueblo se empeñaba en poner bombas a su paso.

Sería difícil en tan amplio abanico de situaciones y personajes señalar alguna en concreto. Tanto lo que ocurre sobre el peculiar escenario como en las proyecciones sería digno de señalar, pero lo mejor es que acudan a una representación sin tienen oportuniad.

El actor Juanfra Juarez es realmente poderoso en el escenario, represente a un clérigo poderoso, a Primo de Rivera, a una hechicera más chula que un ocho, incluso a una cupletista, y todo lo hace con el mismo poderío.

El actor Font García recrea un rey egocéntrico sin fisura, encantado de haberse conocido siempre sobrepasado porque no le llega el tiempo para comer, beber, cazar y follar lo suficiente, todo lo que queda fuera de esta lista le es ajeno y una perdida de tiempo. Compartiendo una escena tan surrealista como es el ansiado momento en que el monarca logra besar su propia polla, encarnada por un Vito Sanz sublime, con ese tono vehemente, romántico y obstinado que con tanto talento administra el actor que, también será elefante con dudas existenciales, ejercerá de lacayo sindicalista con la misma vehemencia y obstinado, de reina madre y reina esposa, o de comprensiva actriz porno.

El trabajo de escenografía, la iluminación y el vestuario son cómplices necesarios para que la obra llegue a tan buen puerto. La escenografía que recrea los espacios lúdicos varios, es de Walter Arias, Iluminada en detalle por Benito Jiménez, con un vestuario en que no falta de nada y en el que derrocha creatividad Salvador Carabante

Alfonso el Africano es una obra que hay que ver, porque es una producción con una factura excelente,  porque el texto y la dirección están a la altura que Club Caníbal nos tiene acostumbrados, y porque ver en el escenario a Font García, Juanfra Juárez, Vito Sanz y al músico Pablo Peña es un acto gozoso.

Alfonso el Africano de Club Canibal, está programado del 17 de noviembre al 26 de diciembre de 2021 en La Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero Centro Dramático Nacional

 Texto Chiqui Carabante, Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa Dramaturgia y dirección Chiqui Carabante Reparto Font García, Juanfra Juárez, Pablo Peña (músico en directo) y Vito Sanz

Escenografía Walter Arias luminación Benito Jiménez Vestuario Salvador Carabante Música Pablo Peña Movimiento María Cabeza de Vaca Ayudante de dirección Vanessa Espín Ayudante de escenografía Víctor Longás.

Fotografía Luz Soria Tráiler Bárbara Sánchez Palomero Diseño de cartel Equipo SOPA Realizaciones Creators of Legends, Artefacto Escenografía, May Servicios para el Espectáculo y Peroni (Escenografía) Producción Centro Dramático Nacional