Alejo Stivel: Decíamos ayer

Alejo Stivel: Decíamos ayer

Alejo Stivel, hijo de artistas y criado entre bambalinas, llegó a Madrid en 1976 huyendo de su dictadura y aterrizando en nuestra transición. Poco después, funda Tequila, una banda hispanoargentina joven y colorida, de las mejores formaciones de rock clásico que han pasado por nuestro idioma. Tras la disolución de la banda, Alejo se mete de lleno en el oficio de productor con, si cabe, mayor olfato que como músico: Joaquin Sabina, M-Clan, La Cabra Mecánica, La Oreja de Van Gogh y así hasta pasar los cien artistas y los cinco millones de discos vendidos (aquel feliz fin de siglo). Hoy tiene su primer trabajo discográfico como solista, «Decíamos ayer», un disco de versiones con sus más y sus menos, pero en todo caso un disco…

«Queremos todo gratis, pero para fabricar algo hay que pagar al que lo fabrica y al final el tema es que es mentira que sea gratis, tú para bajarte cualquier cosa estás pagando a Telefónica. (…) Es como si tú vas a la frutería y pides un kilo de manzanas y luego el de la tienda no paga al agricultor, se queda el intermediario con el dinero pero al que hace las manzanas no le pagan.»

Conocí a Alejo hace ya unos años con el grupo que tenía entonces, Los Incoherentes, creo que por 2009. Eramos una buena banda y llegamos a sus oídos por esas maravillosas carambolas de la vida. Vio nuestro potencial. Pasamos cerca de mes y medio en ASK, su estudio aquí en Madrid, revisando los temas, seduciéndole con nuevos estribillos y grabando una maqueta de seis temas para que él nos presentara a las discográficas. Creo que hoy en día, y entonces, había y hay mucha mierda que sobra y que nosotros merecíamos una oportunidad. No pudo ser. Hace poco conocí a una chica amiga de Alejo y me propuso este reencuentro, ella hizo de nexo, yo había perdido el contacto. Muy amable abrió su bonita casa a Tarántula y este es el resultado.

Alejo: ¿Qué tal tanto tiempo tronqui?

DelRoto: Bien…, ya sabes.

Alejo: ¿Qué es de vuestra vida? ¿Seguís con el grupo?

DelRoto: Se disolvió, ahora después de todo hicimos bien…

Alejo: Está la cosa tan difícil, la verdad es que ahora es una proeza…

DelRoto: Nosotros no enfocamos bien el problema…

Alejo: El problema es el medio.

DelRoto: Por supuesto, y si además acompañan problemas orgánicos dentro de la banda…

Alejo: Sí, pero si sacas un disco y las cosas funcionan todo se ve mejor…

DelRoto: De hecho, yo tengo la sensación de que la historia decayó a raíz de trabajar contigo; vimos cerca una posible salida…

Alejo: Yo también lo vi cerca, a mí me parecían buenísimos, me quedé con muy mala leche porque lo veía muy claro y lo mostraba y a la gente le gustaba pero todo el mundo diciendo lo mismo: “Está bueno, pero ahora no puedo hacer nada…”.

DelRoto: Y lo del sello Movistar, ¿sabes algo?

Alejo: Lo chaparon creo…

DelRoto: Era un poco raro. Yo siempre me preguntaba si de verdad había gente que se preocupaba por hacer cosas o era simplemente una imagen de marca para acercar Movistar a los jóvenes…

Alejo: No, bueno, había gente que creía. La gente del sello creía que la música era algo que podía aportar y luego los de arriba lo veían como una especie de aventura de esta gente…

DelRoto: Yo pensé que había sido a la inversa, que desde arriba dijeron: «a ver que hacemos ahora para rejuvenecer la marca…»

Alejo: Fue en realidad la gente de patrocinio que mucho tiempo estuvo invirtiendo en música, dando dinero a artistas para su promoción y un día dijeron: en vez de dar el dinero hagamos nosotros un proyecto y saquemos nosotros a los grupos…, se lo contaron y los de arriba, como todo iba bien ,pues vale, pero claro empezaron a cortar y a cortar y…

DelRoto: Casi mejor, porque con el gusto que tenían…, aunque la fórmula no estaba mal. Recuerdo lo que comentabas en esa época, que la tendencia en el consumo y en la forma de consumir música estaba justo en el pico más bajo entre lo antiguo y lo nuevo; acaba, aunque se resiste, de morir un tipo de consumo digamos físico y de nacer, todavía con mucho por hacer, el consumo virtual, aunque por ahora no tiene pinta de avanzar mucho, en cuanto a legislación, derechos de autor y demás…

Alejo: No, la verdad es que no. En algún momento tendrá que existir alguna fórmula pero yo creo que va a tardar porque de momento a la gente le gusta mucho bajar la música gratis… Hasta que la gente no se acostumbre a que tiene que pagar como paga por el vino o la cerveza o por el pan…

DelRoto: Está mal hecho de base, si tú acostumbras a un usuario a consumir de una manera…

Alejo Stivel durante la entrevista. Foto de David Elcano.

Alejo: Como si fueras a la tienda todos los días y pidieras un bocata y te lo llevaras gratis y claro, cuando ya llevas un buen tiempo comiéndote el bocata gratis te dicen «oye no, tienes que pagar el bocata», y claro, respondes «pero cómo, si los bocatas son gratis». Hay gente que dice que la música tiene que ser gratis y es como si alguien dice un día que la comida debe ser gratis porque es una necesidad primaria…

DelRoto: No se entienden los nutrientes espirituales…

Alejo: Lo que pasa es que no pudieron sacar un bocata digital reproducido que tu puedas descargar y reproducir. El día que saquen el bocata digital nadie más pagará los bocatas, el vino… Ponte un Ribera del Duero del 68, con un click, digital, gratis… Queremos todo gratis, pero para fabricar algo hay que pagar al que lo fabrica y al final el tema es que es mentira que sea gratis, tú para bajarte cualquier cosa estás pagando a Telefónica una conexión a internet, no te lo puedes bajar del aire, tienes que tener internet, tienes que tener un aparato. Es como si tú vas a la frutería y pides un kilo de manzanas y luego el de la tienda no paga al agricultor y entonces se queda el intermediario con el dinero pero al que hace las manzanas no le pagan. Lo peor es que no se le puede echar la culpa a nadie de momento, como todos los cambios en la sociedad, la legislación, las reglas, vienen después de la aparición; llegaron los coches y no había semáforos porque no había coches y la gente no podía cruzar la calle o si lo hacía mucha gente moría atropellada hasta que pusieron unas rayas blancas en las esquinas, unas luces que regulaban y…

DelRoto: Pero hombre, esto se veía venir. ¿Para que están los «expertos» si ni siquiera saben anticipar y planificar un cambio de esta magnitud? ¿Están todo el día de copas o qué?

Alejo: Claro que saben, los que no sabemos planificarlo somos nosotros. Ellos están sacando un pastón gracias a nosotros. Ellos hacen su negocio, nosotros no nos hicimos respetar todavía. Aquí hay una parte del negocio que es para nosotros, porque mucha gente que tiene internet además de enviar mails, wikipedia y no sé qué, pues mira el youtube para mirar música, baja canciones…, entonces la música es una parte muy importante dentro de internet. Habría que repartir.

DelRoto: Veo que tú no eres de esos, no utilizas mucho internet para escuchar música. Tu colección es alucinante…

Alejo: Y esto es poco porque me robaron. Entraron hace como seis años aquí y me robaron una cantidad de cds…, casi como la que ves…

DelRoto: Parece algo premeditado…

Alejo: Como Sabina que andaba cabreado porque entraron a casa de una novia suya, entraron a robar y se llevaron todos los discos que había menos los de él, y se ofendió muchísimo…

(risas)

DelRoto: Bueno, ¿y tú qué? La última vez que te vi fue apretando el timbre de la Merkel, en una expedición entre lo mediático, lo comprometido…

Alejo: Fue una aventura más que nada poética, utópico-poética, como “message in a bottle”, lanzar un mensaje ahí…

DelRoto: Quizá hubiera habido más posibilidades de que le llegara tirándolo realmente al mar dentro de una botella…

Alejo: No confío en que lo haya oído y si lo oyó no hizo ningún efecto porque sigue en sus trece, no cambió para nada su conciencia social ni nada. Por lo menos nos divertimos y pusimos un mini-granito de arena…

DelRoto: Sí, además de trabajo tiene que haber cierta chispa, que no sea todo tan gris. La gente creativa tiene una función que es la de crear color, debemos hacerlo. Nosotros ahora vamos a empezar con esta revista, Tarántula, también como algo funcional y poético, queremos voces, que no sea todo igual, nuevos discursos y fórmulas… Crear debate, ser partícipes de una potencialidad dentro de la cultura…, la gente que se dedica a esto se ha acostumbrado, en los círculos más independientes si que hay un buen movimiento, cada vez más, pero los núcleos ya colocados cada día me dan más asco…

Alejo: ¿Se llama Tarántula?

DelRoto: ¿Bonito nombre verdad?

Alejo: ¿Qué es por Dylan?

DelRoto: No que va, le surgió a Gonzalito, uno de los generadores del proyecto…

Alejo: Es que Tarántula es un libro de poemas de Dylan.

DelRoto: Más bien es la primera y última novela de Dylan, no es poesía, tampoco narrativa, es más escritura automática, llena de imágenes anfetamínicas de aquella época…

Alejo: Claro, pero es que es como poesía, es tan delirante…

DelRoto: Son imágenes, imágenes y más imágenes. Yo la cojo de vez en cuando, por tramos, entera del tirón es poco recomendable, yo por lo menos ni lo he intentado, tampoco creo que sea necesario… Es espontaneidad extrema, da igual por dónde abras el libro… Algo nuevo en todo caso. Realmente me estoy cansando mucho de la reproducción de estilos, voces y melodías…

Alejo: Nuestra música, llámalo rock, llámalo pop… la música popular del siglo XX a nivel creativo está bastante agotada, lo que podemos seguir haciendo es dar sensaciones a la gente que le gusta, que lo pase bien y que le produzca alguna emoción, pero el tema de la originalidad está cada vez más difícil porque yo creo que se experimentó tanto que ya queda poquito, tendrá que venir otra música. Quizá te hable de 30 años, pero saldrá otra fórmula, el rock antes no existía…

DelRoto: Yo lo vengo comparando con la música renacentista, por ejemplo, o el arte en general, la tendencia progresivamente se desgasta y llega el barroco, luego el clasicismo, etc, etc,  y claro, las corrientes nacen y se mueren, no por completo, pero si a nivel global. El rock…, no sé, a Dylan le queda poco, a Richards no mucho y Berry…, bueno ese es como un extraterrestre, pero vamos, yo creo que cuando se mueran esos tres pilares, simbólicamente, se habrá acabado. Y te preguntas: “¿y luego qué?”, y te quedas vacío…

Alejo: No te lo puedes ni preguntar, lo que salga lo hará de forma espontánea, como el rock, el jazz o el blues…, eso sale solo, no puedes sentarte a inventarlo. Mientras seguiremos con esta fórmula que nos gusta mucho aunque esté agotada. Yo pertenezco a esa generación, a la era más bien, porque no es una generación, son varias generaciones, y eso, sigamos pasándolo bien, haciendo por el rock&roll que aunque no sea lo más original a estas alturas todavía produce sensaciones…

«La gente no valora al músico, no valora al rock, la inteligencia…, aquí hay que ser parte del ganado para que te vaya “bien”»

DelRoto: Totalmente. Yo el otro día toque por primera vez para niños y los cachorros bailando rock and roll es lo máximo, te mueres del gusto viendo lo que disfrutan, como bien dices todavía podemos crear sensaciones… ¿Y cómo está Buenos Aires? Yo me he planteado seriamente una visita larga, muy larga…

Alejo: Buenos Aires está muy bien, a ti te va a encantar, te lo vas a pasar bomba. Tú eres un tipo listo, rockero, con onda…, y ahí es un lugar donde se aprecia mucho eso, aquí somos unos parias. La gente no valora al músico, no valora al rock, la inteligencia…, aquí hay que ser parte del ganado para que te vaya “bien”. Allá es un lugar muy individualista donde el rock es parte de la cultura del país. El vicepresidente ahí tiene una banda de rock, que yo sepa Mª Dolores de Cospedal no sabe ni lo que es el rock. El tipo éste graba, toca en actos políticos…, es un fantasma, pero está bien…

DelRoto: La herencia de un país y cómo se trate esa herencia, porque también te la puedes cargar, es tan importante…

Alejo: Argentina es un país donde la cultura popular lleva el rock metido dentro. Tomas un taxi y puedes hablar de Lez Zeppelin, aquí pues te habla de Juanito Valderrama. Es como en EE.UU o Inglaterra, que el rock entró mucho en los años 60 y 70 en toda la sociedad, entonces desde el pijo al macarra saben quienes es Dylan, los Beatles, los Stones

DelRoto: Y se transporta a los hijos de forma positiva no como si fuera algo malo…

Alejo: La gente lo vive y lo lleva dentro, entonces va a los conciertos, y también convive con la pachanga, también hay mucha mierda pero convive, aquí hay casi exclusivamente pachanga.

DelRoto: Es bastante jodido…

Alejo: Allí bien o mal te puedes ganar la vida de músico, no te harás rico pero puedes hacerlo, aquí además la crisis afecta mucho porque para la gente es un divertimento y poco más, no le da importancia y entonces cuando recortan de su presupuesto recortan de ahí. Allí es totalmente distinto, incluso en momentos de mucha crisis la gente va a conciertos porque lo necesita, necesita la música, es parte de su vida. Yo cuando veo los precios de los conciertos, como la gente va, pienso que hay gente que no ha comido por un par de días o que ha ido al curro caminando en vez de tomar el autobús para pillar una entrada…, creo que la gente se priva de otras muchas cosas que aquí, aquí la gente prefiere salir a tomar copas que ir a un concierto. Por otro lado el país está muy bien, está en el mejor momento que yo he visto nunca…, los gobiernos siempre tienen algo malo, pero este además de tener algo malo también tiene algunas cosas buenas y está haciendo muchas medidas sociales buenas para que la gente pobre sea menos pobre, para que haya más trabajo…, bajaron mucho el paro, hace diez años había un 15 % de paro y ahora hay un 6 %…, ¿cómo? Incentivando, incentivando, y bueno, es un país que viene de estar muy mal, y se está recuperando…

DelRoto: Me alegra, es un buen pulmón para el rock en castellano, es como la Amazonas de nuestro oficio…

Alejo: Yo que tú me lo planteaba…

Autor

Autor e intérprete de canciones interesado en todo lo que se mueve alrededor del mundo de la creación artística, con especial devoción por el lenguaje musical, cualquiera que sea su fórmula o dirección. Sensible al cambio y a la tradición a partes iguales, es consciente de los rangos de calidad e importancia social de cada estilo y disciplina. Busca diferenciarse del modelo clásico de periodista especializado para sustituirlo por el de músico infiltrado.

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