Ajustando cuentas

Ajustando cuentas

A mi marido me lo trajo una tormenta. Y no es un decir, me lo entregó envuelto en lluvia. Estaba de romería con mis amigas, las pocas que quedamos, cuando empezó a caer un chaparrón de los que empapan el ánimo. Salimos corriendo mientras nos tapábamos con las sillas plegables. Y al pasar por el abrevadero viejo lo vi allí tirado. Hice como si no lo hubiera visto, seguí mi camino con ellas. Cuando llegamos a casa, esperé prudentemente a que cada una llegara a la suya. Me puse la gabardina y salí a buscarlo. Estaba empapadito. No hablaba. Me lo llevé a casa, lo bañé, le di de comer, y hasta hoy. Lo llamo Paco, y él a mí, vida mía. No sabe de dónde viene, y ni falta que me hace. A ellas les he dicho que lo conocí en el Carrefour de la capital y que se quedó prendado de mí. Yo no sé si me creen, pero tampoco me importa. Que se alegran, me dicen. Ya, les digo yo. Ahora a la romería voy de su brazo. Y si llueve, nos quedamos en casa, recuperando lo que la vida me debe.

Autor

Nacido en Córdoba en el 67 y emigrado a Sabadell en el 68. Escribe microficción y teatro, de oído y sin mala intención. Tiene relatos publicados en recopilaciones y antologías del género, como Relatos en Cadena, de Alfaguara, o De Antologia. La logia del microrrelato, de Talentura. En teatro es autor, entre otras, de Anda Que No Te Quiero, La Vida Qué Bailo y coautor de Consuélame, Consuelo. En noviembre de 2014, Talentura publica su primer libro de microrrelatos titulado De Lo Que Quise Sin Querer.

2 comments

  • Un relato lleno de magia y ternura. Eres muy hábil introduciendo elementos fantásticos en escenarios tan reales, tan costumbristas como una romería,. Como dice Ana, haces que parezca tan natural! Un beso.

    Contestar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *