“Agosto” de John Wells es una película opresiva y oscura

“Agosto” de John Wells es una película opresiva y oscura

Agosto del director John Wells es una película opresiva, oscura, transcurre en una casa oscura y de fotografía oscura. Hace calor pero pareciera que se nos hubiera abierto la puerta de un frigorífico, quizá de algún matadero industrial, y la curiosidad u otra forma de constricción nos obligara a mirar hacia su interior.

Tildada de “comedia dramática”, no se puede negar que tiene momentos divertidos, quizá granguiñolescos, pero es esencialmente una historia de turbación, y aún de perturbación. Retrata una familia disfuncional, un matriarcado encarnado por Violet Weston -Meryl Streep- y sus tres hijas, Barbara -Julia Roberts-, Ivy -Julianne Nicholson-, Karen -Juliette Lewis- más la tía de las tres y hermana de Violet, Mattie Fae, a la que da vida Margo Martindale.

Esencialmente un melting pot sentimental tramposo, pues sólo aparece en realidad un ingrediente del sentimiento: el fracaso sentimental, la incapacidad congénita de ser felices, lo que lleva a urdir una historia de soledades con muchas voces enlazadas, pero esto último es una concesión a la loca carrera hacia los premios Oscar en que está embarcada esta película.

Los bellos y austeros paisajes del Medio Oeste que puntúan el film, quizá enmascarasen una escenografía -más real- claustrofóbica y muy, muy cerrada. La historia se podría reconvertir en un recitativo de sucesivos monólogos y en esencia no cambiaría nada de lo que aquí se narra.

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“Agosto” de John Wells es una película opresiva y oscura

La familia Weston está de luto por la muerte, suicidio, del patriarca Beverly -Sam Shepard- pero en realidad siempre ha estado de luto como una familia sacada del Macondo de García Márquez. De lejos viene la desgracia que asuela a esta familia. Generaciones enteras parecen haberse confabulado para dar lugar al presente estado de cosas.

Debemos reconocer en las Weston al paradigma de la soledad no deseada. De formas distintas, pero sobre el mismo cendal, sus vidas, todas ellas, son un desastre que ponen en escena para orquestar una larga batalla agosteña que acaba por defunción moral de todos sus protagonistas.

La carnicería es muy competente y concienzuda, nada queda por salvar, todo el desastre se explaya por completo ante nosotros con toques de retorcimiento y crueldad mental. El único personaje que podría salvar y salvarnos un poquito la función es la cuidadora interna, interpretada por Misty Upham, una india de la tribu cheyenne que acaba por evitar que la sangre llegue al río.

Habría que pensar, ante tamaño panorama si la interpretación hubiera podido ser un poco menos forzada, algo menos histriónica, sobre todo por parte de la protagonista principal, Meryl Streep, y sinceramente, habremos de contestarnos que difícilmente hubiera sido posible encarar tamaño esfuerzo de modo distinto.

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Benedict Cumberbatch, Meryl Streep y Julia Roberts en Agosto de John Wells

Siguiendo la estela de la constelación femenina hay una serie de planetoides masculinos que dan la réplica y a veces hasta encauzan el torrente de estrógenos que brota incontinente de la pantalla. Citemos a Bill Fordham -Ewan Mcgregor-, marido separado y vuelto a encontrar temporalmente de Barbara, Charles Aiken -Chris Cooper-, esposo de Mattie Fae, el pequeño Charles Aiken -Benedict Cumberbatch-, hijo de los anteriores y Steve -Dermot Mulroney-, prometido de Karen.

El director, John Wells, agita el barreño o la marmita de la poción embrujada con gran empeño e intención, pero se puede dudar si con semejantes mimbres era posible llevar a buen puerto tamaña empresa. Dio muestras de buen hacer en “The Company Men”, aquí se le escapan unos cuantos hilos en su afán de contener el conjunto.

Pero a tan desaforado relato seguramente le cuadra mejor el ámbito teatral del que proviene en origen la obra, Agosto: Condado de Osage, del dramaturgo Tracy Letts, que se estrenó en 2007 y que subió a escena con éxito en Madrid y Barcelona. En la espacialidad cinematográfica difícilmente se puede explayar tan estupenda materia teatral o, al menos, en este caso no ha sido así.

Agosto de John Wells se estrenó en España el 10 de enero de 2014

Autor

Soy José Zurriaga. Nací y pasé mi infancia en Bilbao, el bachillerato y la Universidad en Barcelona y he pasado la mayor parte de mi vida laboral en Madrid. Esta triangulación de las Españas seguramente me define. Durante mucho tiempo me consideré ciudadano barcelonés, ahora cada vez me voy haciendo más madrileño aunque con resabios coquetos de aroma catalán. Siempre he trabajado a sueldo del Estado y por ello me considero incurso en las contradicciones que transitan entre lo público y lo privado. Esta sensación no deja de acompañarme en mi vida estrictamente privada, personal, siendo adepto a una curiosa forma de transparencia mental, en mis ensoñaciones más vívidas. Me han publicado poco y mal, lo que no deja de ofrecerme algún consuelo al pensar que he sufrido algo menos de lo que quizá me correspondiese, en una vida ideal, de las sempiternas soberbia y orgullo. Resido muy gustosamente en este continente-isla virtual que es Tarántula, que me acoge y me transporta de aquí para allá, en Internet.

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