«A la fresca» con texto y dirección de Pablo Rosal para Los Despiertos Producciones en la imagen los actores Israel Frías, Luis Rallo y Alberto Berzal. Foto ©CarlosLuque
Por Luis Muñoz Díez
A la fresca, con texto y dirección de Pablo Rosal, vuelve a reunir en un escenario a los actores Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo, después del éxito rotundo con la obra de Los despiertos, escrita y dirigida por José Troncoso. Vuelven a reunirse, pero no repiten fórmula. Si Los despiertos era una extraordinaria obra lírica sobre la marginalidad, mecida por el neorrealismo y el gracejo gaditano del autor, en esta ocasión. Los Despiertos Producciones nos presenta una obra en la que Matilde, Eusebio y Manuel Caracol se encuentran en un no lugar: situado en una casa en el campo, propiedad de la familia de Eusebio. Matilde trabaja en la casa, y Manuel Caracol, un maestro de obras que se basta por sí solo, que ha sido llamado para construir una cabaña que permita a Eusebio un mejor acomodo fuera de la casa grande.
En la imagen los actores Luis Rallo, Israel Frías y Alberto Berzal, antes de hacerse cargo de Eusebio, Manuel y Matilde en «A la fresca» de Paco Rosal. Foto ©Paco Ureña
Los tres personajes están encantados de haberse conocido y disfrutan de su trabajo. Primero, Matilde se sienta a la fresca para descansar de el día que ha vivido sin pensar. Pronto se unirán Manuel y Eusebio en esa charla a la fresca. La casa es un reflejo de la velocidad en la que se vive: a ella acudirá la familia para discrepar, grupos de vacaciones, bodas, cursos de meditación e incluso el rodaje de una película.
Matilde Eusebio y Manuel se reúnen en ese momento en que el día acaba y pueden reconstruirlo a la fresca, los tres personajes, sin sentirlo, inician un juego en el que cuestionan en voz alta sus pensamientos. Sin temor a que tengan sentido o estén simplemente esbozados, harán un recuento de para que sirven las cosas, las personas la vegetación los fenómenos atmosféricos o los planetas. Por ejemplo, un simple vaso de agua, que de entrada sirve para beber, lo valorarán como una contención mínima para el líquido en comparación con el mar o un lago, con lo que tomarán medida y limitaran las cosas en un juego siempre improvisado donde se pone en valor la importancia de la palabra. También acometerán trabajos más sutiles, como diferenciar olores, del dorso de la mano al sobaco, o Matilde dirá que un guiso es la mezcla de la lluvia y el sol que nos propician las alubias blancas, a las que hay que preparar con cuidado en todo su proceso, desde que se ponen en remojo, y lo duro se vuelve blando, cuando se añaden los condimentos, o el fuego justo que va haciéndolas guiso, hay que estar atento afirma la chica.
En la image Israel Frías -Manuel Caracol el hombre que se basta para construir una casa-, detrás Luis Rallo -Eusebio- en «A la fresca» de Paco Rosal. Foto ©Paco Ureña
La obra mantiene con humor la disertación de tres personas con mirada propia, que crean ese «no lugar» en donde realmente son ellos mismos, uniéndoles la diferencia, la curiosidad, y ser tres personas que les gusta tomar aliento cuando el trabajo ya está hecho.
La obra está escrita en positivo. Los personajes están conformes de ser como son; ese no lugar no es un sitio para esconderse, es una atalaya o un patio de recreo desde donde contemplan una vida que ya viven y a la que no renuncian.
Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo componen sus personajes desde una diferencia común. Luis Rallo es Eusebio: escribe y se consiente ser todo lo excéntrico que la razón le permite, si es que alguno de los tres no lo es. Israel Frías interpreta Manuel Caracol que, no se limita levantar tabiques. Él, acota espacios para que puedan ser cobijo y fortaleza, y Alberto Berzal compone a Matilde, quizá la más sensata de los tres, que hace de su trabajo cotidiano un ejercicio de virtuosismo.
En la imagen Luis Rallo -Eusebio el escritor que no sabe contar historias e Israel Frías -Manuel Caracol- en «A la fresca» de Paco Rosal. Foto ©Paco Ureña
Los tres actores son extraordinarios. Al trabajar juntos, en lugar de compartir protagonismo, se potencian y se hacen más visibles, con una energía que los retroalimenta. Pablo Rosal ha creado unos personajes que los intérpretes han hecho suyos, y el autor y director ha sabido potenciarlos, resaltando la parte mágica que todos llevamos dentro y proponiendo un final de cuento.
Si tienes la oportunidad, no dejes de ver A la fresca. La propuesta de Pablo Rosa está cargada de sugerencias, y el trabajo actoral de Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo es enorme, despertando la empatía del público hasta el punto de darnos ganas a acercar una silla -ejemplo de paciencia y saber estar para los contertulios-, y echar nuestro propio cuarto a espadas.
En la imagen el actor Alberto Berzal -Matilde la sensatez y la virtuosidad hecha mujer-, en «A la fresca» de Paco Rosal. Foto ©Paco Ureña
A la fresca, está programada del 6 al 23 de febrero de 2025 en la Sala Max Aub de Nave10 Matadero, más información AQUÍ
Texto y dirección de Pablo Rosal
Con Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo
Diseño de espacio escénico e iluminación: Juan Ruiz de Alegría Diseño de Sonido: Arsenio Fernández Diseño de vestuario: Felisa Kosse Tinte y ambientación: Taller María Calderón Figurines: Sarah Free Producción Los Despiertos Producciones.