Puntos Suspensivos, de Esther Santos

Puntos Suspensivos, de Esther Santos

En la imagen las actrices Lucina Gil, Ana Roche y Rosa Torres en Puntos suspensivos, de Esther Santos.

 

Por Luis Muñoz Díez

Puntos suspensivos, se presenta como una tragicomedia de Esther Santos. Sofía y Mara son dos hermanas que comparten la sala de espera de un hospital con Violeta. La costumbre en estos casos es unir fuerzas con las personas conocidas, y observar como un ser digno de estudio a quien aún se desconoce.

Sofía y Mara son testigos de una llamada de teléfono a Violeta, que activa su curiosidad más encendida, porque la mujer sin mucho esfuerzo atiende una llamada erótica.

Durante años cuando aún viajaba en pandilla, lo hacíamos en segunda y por la noche, para no perder el día. Durante esos viajes he establecido una intimidad digna de amigo de toda la vida, con unas personas que en cuanto salía el sol y llegábamos al destino, no nos volvíamos a ver jamás. La confianza que se establecida durante esas horas era totalmente sincera, aunque después se disipara como el humo de una cerilla.

Una situación parecida nos propone Esther Santos con Violeta, Sofía y Mara. A contrarreloj se abren y se cuentan, lo que no se hubieran atrevido jamás a contar en otra circunstancia, y el grado de sinceridad no se estable únicamente con la desconocida. Las hermanas, descubren que tampoco saben mucho la una de la otra, y lo que daban por cierto no lo era.

Prefiero no entrar en detalles de los deseos y miedos que agitan a las tres mujeres, para que séa el espectador quien lo descubra cuando acuada a ver la función. Aunque quiero apuntar que la función expone inquietudes femeninas, y no podría ser de otra forma, porque está escrita e interpretada por mujeres.

Al margen de los momentos cómicos o puramente de situación, propios de la comedia, las tres mujeres exponen abiertamente lo que ya han aprendido, y en esos momentos el texto puede sonar más literario que teatral.

A las tres actrices Lucina Gil, Ana Roche y Rosa Torres, se las ve cómodas en el escenario. Componen una Violeta, Sofia y Mara, respectivamente, coherentes y creíbles. Logran hacer reír al público, porque las etiquetas muchas veces no se ajustan como un guante a los giros que puede tomar una obra.  Puntos suspensivos tiene mucho de comedia, como lo tienen nuestros empeños, y la forma en que los encamos.

Esther Santos acierta con Puntos suspensivos. El espectador pasa un rato amable y, a pesar de sus dramas, empatiza con Violeta, Sofía y Mara, porque se hacen querer.

 

Cartel

Cartel

Puntos suspensivos Dirección y dramaturgia: Esther Santos Reparto: Lucina Gil (Violeta) / Ana Roche (Sofía) / Rosa Torres (Mara) Ayudante de dirección: José Carlos Valencia Diseño de luces y sonido: Estudio Acto Primero Fotografía: Federico Sendra y Alfonso Bernabeu Coproducción: Compañía Entre Líneas y Vania Producciones Patrocinado: Kunlabori Ejecutiva: Vania Producciones Comunicación: Socialmedia: Ka Penichet Cartel: Estudio Acto Primero Maquillaje y Peluquería: Debora Rodríguez Valencia

Puntos suspensivos, de Esther Santos se estrenó en los Teatros Luchana el 21 de enero de 2018, más información de fechas de funciones y horarios aquí.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *