Por Alberto Cabana y Ester Dorca
Jueves 18
Un parque de atracciones diseñado para familias, parejas, amigos y todo el mundo que quiera visitarlo. ¿No sabes dónde ir de vacaciones? ¿No está seguro de dónde pasar la luna de miel?… ¡Venga a Icemeltland Park, no se arrepentirá!: Enormes seracs cayendo al océano que generan tsunamis en el otro lado del mundo, o divertidos mapas interactivos que muestran cómo el calentamiento provoca el desprendimiento de icebergs tan grandes como la ciudad de Nueva York… ¿Qué más se puede pedir?
Liliana Colombo es el creador de este siniestro parque temático, y nosotros, los invitados a contemplar cómo, risas aparte, estamos acabando con el planeta. Icemetland Park (UK, 2020), ha sido, sin duda, una de las propuestas más originales de la 39ª edición.
Tornamos a la realidad de la mano de Jan Šimánek con su aportación al festival, Chamlang (República Checa, 2020).
El documental recoge la primera ascensión de la codiciada pared noroeste de Chamlang (7319 m), realizado por los alpinistas checos Marek Holecek y Zdenek Hak en mayo de 2019. Holecek y Hak, ganadores del Piolet d’Or en 2018 por el primer ascenso de la cara sureste de Gaserbrum I. Ambos alpinistas, coinciden en que el ascenso de Chamlang fue la escalada más difícil de sus vidas. El documental repasa otros ascensos a la montaña, no pudiendo faltar la de Reinhold Messner y Doug Scott, quienes escalaron el pico central en 1981.
La originalidad de la ascensión se basa en el estilo en que se acomete – estilo alpino – que implica reducir los medios empleados al mínimo, convirtiendo la escalada en una lucha, a partes iguales, por alcanzar la cima y por la supervivencia. Rustam Nabiev también tiene una historia de supervivencia que contarnos. Salvó su vida por muy poco en un accidente, mientras servía al ejército ruso. Pero el precio pagado por sobrevivir fue muy alto. Cuando despertó del coma y comprobó que sus dos piernas habían sido amputadas, empezó a buscar retos que le permitieran demostrar al mundo – y a sí mismo – que con empeño puede hacerse casi todo. La empresa que se propuso fue muy ambiciosa: ascender al Elbrus. Con sus 5.642 m de altura, esta montaña del Cáucaso es la más alta de Europa, y un objetivo muy codiciado por los alpinistas. No se trata de una montaña técnica, pero debe superarse un gran desnivel en terreno glaciar.
30.000 strikes (Dimitry Oleinik. Rusia. 2021) nos hace sentir pequeños y débiles si nos comparamos con la entereza y capacidad de sacrificio de Rustam. Las barreras para escalar montañas no siempre son físicas. A veces, las limitaciones son impuestas a determinados colectivos por cuestiones políticas, religiosas o sencillamente, por cuestiones tradicionales. Todas esas barreras son las que se levantan si eres mujer y escaladora profesional en Irán. Pero para Nasim Eshqi, escalar va más allá de la actividad deportiva, es una experiencia vivida. La escaladora iraní sigue el llamado de la montaña y decide vencer todos los obstáculos impuestos a las mujeres en su país, en el que abrió alrededor de cincuenta nuevas líneas. Climbing Iran (Francesca Borghetti, Italia, 2020) retrata a una mujer extraordinaria, decidida a superar todas las trabas que se oponen a su pasión, ya sean físicas, sociales, psicológicas, geográficas o ideológicas.
Viernes 19
Da comienzo el último día de proyecciones de la 39ª edición con una propuesta cercana. Toni Arbonès es un escalador barcelonés que ha pasado la mitad de su vida escalando, y la otra mitad equipando vías de escalada. Siurana es una de las zonas de escalada deportiva más famosa de Cataluña y es visitada por escaladores de todo el mundo. También ha sido el objetivo de Toni y su taladro. Para él, equipar una vía es algo más que instalar anclajes en una pared, es un acto de creación y de generosidad con el resto de la comunidad de escaladores. Fire in the fingers (Duncan Martin, Alex Levin y Simon Blair, UK 2020) nos explica la manera en que Toni entiende la montaña, a la vez que repasa su trayectoria en el mundo vertical.
¿Qué ocurre cuando es el azar quien decide dónde será la próxima aventura? La respuesta, en Running the roof (Alexis Tymon y Ben Crocker, UK, 2020). Tres amigos (Jody Bragger, Jodie Gauld y Gabriel Ghiglione), unidos por el amor al trail running, estaban desesperados por romper la rutina y emprender una aventura. Una noche, después de beber más de la cuenta, hicieron una apuesta. Girarían un globo terráqueo y dondequiera que aterrizara el dedo, irían a correr. Ellos giraron… y el destino decidió que el lugar fuera Tayikistán. ¿¡Tayikistán!? Una parte del mundo de la que pocos han oído hablar y mucho menos han viajado. Una región envuelta en una reputación de guerra y peligro. Un lugar de calor extremo durante el día, y temperaturas peligrosamente frías durante la noche.
Donde la altitud es tan alta, que parece que se está respirando a través de una pajita. No son exactamente las mejores condiciones para correr. Aceptaron su desafío: cruzarían Tayikistán desde la frontera de Afganistán hasta la frontera de China, recorriendo 400 km en solo 7 días – aproximadamente un maratón al día – todos los días, durante una semana. Atravesarán un valle de proporciones espectaculares, que los lugareños lo llaman «el techo del mundo». Esta es una historia sin meta ni medallas, donde sólo el espíritu de grupo hace posible superar todas las dificultades. Un dato remarcable: solo la corredora del grupo, Jodie, completó todos los kilómetros de la travesía.
El calentamiento global se manifiesta con especial claridad en los casquetes polares y en la alta montaña, impactando también en las personas que habitan o visitan estas zonas. Así, la estrategia que siguió Simon Messner para escalar un 6.000 del Karakorum, debió adaptarse a las nuevas condiciones climáticas: no tuvo más remedio que escalar de noche y descansar durante el día para encontrar la pared en condiciones seguras. Simon es acompañado hasta el Campo Base por su padre, un icono viviente del himalayismo, Rehinold Messner.
Reinhold es una leyenda, explorador e incombustible aventurero, que ha marcado la forma de entender el ochomilismo, y que también ha influenciado enormemente en la forma de ser y escalar de su hijo. Simon Messner utiliza en Traditional Alpinism – Erfahrungen sind nicht erbbar la ascensión de esta montaña inescalada para rememorar la escalada de su padre Reinhold y su tío Günther al cercano Nanga Parbat, en 1970. En un dramático descenso por la vertiente del Diamir, Günther pierde la vida como consecuencia de un alud, mientras que su hermano llega a duras penas al valle. Cincuenta años después, Reinhold tiene la oportunidad de reencontrarse con los campesinos que le encontraron y le salvaron la vida.