Por Alberto Cabana y Ester Dorca
El muy esperado Festival de Cinema de Muntanya de Torelló, nos arrojó un jarro de agua helada el pasado mes de noviembre. Tras 37 años, en las que el interés que despertaba el festival, así como la calidad y variedad de su contenido se superaba con cada edición, se veía obligado a posponer la convocatoria de 2.020. Afortunadamente, la organización ha sabido adaptarse a estos tiempos extraños, y finalmente la 38ª edición se celebra entre el 21 y 31 de enero. Eso sí, en formato Covid; con menos actividades presenciales, y proyecciones en streaming.
Esta edición es una de las más participativas de sus 37 años. La organización ha recibido un total de 126 montajes de 32 lugares del mundo para formar parte de la sección competitiva de este año. Se trata del quinto mejor registro de inscripción de la historia del certamen, mientras que la cifra de nacionalidades logra su récord. Nunca se habían recibido películas de tantos países diferentes, entre los que destacan lugares poco habituales como Armenia, Colombia, Panamá, Egipto, Georgia o Australia. La mayoría, eso sí, provienen de Francia, España, Austria, Italia y Estados Unidos. Estos datos confirman el éxito y la referencia del Festival y mantienen la tendencia creciente de los últimos años.
Del total de inscritos, la organización del certamen ha seleccionado los mejores 36 filmes para formar parte de la programación competitiva.
LOS REFERENTES VUELVEN AL FESTIVAL
Michael Dillon firmó en 1992 la gran producción Everest – Sea to Summit. El mismo año, el director australiano se llevó el Gran Premi Vila de Torelló y fue el primero de muchos: esta película ha sido la más premiada de la historia del cine de montaña y Dillon se ha convertido en un referente dentro de los documentales de montaña. Este año, vuelve a Torelló para presentar su último montaje, Ocean to Sky, sin perder de vista el techo del mundo. El largometraje cuenta como Edmund Hillary -quien encabezó la primera expedición que coronó el Everest- comenzó un viaje en barca y en pie por todo el río Ganges, desde la desembocadura hasta las cimas del Himalaya.
También repite en la sección competitiva de la 38ª edición uno de los nombres más premiados de los últimos años, Pavol Barabas. El eslovaco – ganador de varios grandes premios a Torelló- vuelve con nada menos que con dos producciones: Everest – The hard way (cuatro escaladores ascendiendo la ruta más difícil de esta montaña) y Salto is the King (sobre el descenso de las cascadas más altas del mundo).
SESIÓN NATURA I MUNTANYA
La sesión que reúne las producciones que ponen el foco en la naturaleza, la etnografía y la cultura de montaña, llega a su cuarta edición con una amplia cartelera: se ofrecen12 películas especializadas, que optarán al premio Quackpack Foundation, mejor film de cultura de montaña.
SESIONES EXTREMAS
Como cada año, no faltarán a su cita dos sesiones que ya son un clásico del festival: Sesión Neu Extrem, en la que los mejores riders, snowboarders y otros miembros de la comunidad blanca nos mostrarán sus habilidades sobre la nieve. Y la Sesión +Xtrem con las imágenes más sorprendentes desde los puntos más vertiginosos.
«EL TIBET. TERRA DE NEUS, TERRA DE DÉUS» ABRE EL FESTIVAL
Este inmenso altiplano situado a más de cuatro mil metros de altura será el protagonista de la 38ª edición del Festival. Tras recorrer Alaska y la Patagonia en las últimas ediciones, el espectáculo inaugural Tíbet. Tierra de nieves, tierra de dioses viajará a este territorio a través del cine.
Las altas montañas, la dureza del clima, la aspereza del paisaje y la inmensidad del territorio han mantenido vivos, aunque amenazados, los
rasgos culturales, históricos y religiosos del País de las Nieves. Cuatro expertos nos desvelan los secretos más desconocidos de esta región. El experto Josep Lluís Alay, director del Observatorio del Tíbet y de Asia Central de la Universidad de Barcelona, trazó paralelismos entre Tibet y Catalunya. El periodista Toni Arbonès -director del programa Els viatgers de la Gran Anaconda de Catalunya Ràdio- y la alpinista Núria Balagué -ha escalado el Shisha Pangma y el Everest por la banda tibetana-, nos dan a conocer su punto de vista sobre el cambio en cómo las personas se acercan a la montaña. El lama tibetano Thubten Wangchen, director de la Casa del Tíbet de Barcelona y miembro del Parlamento tibetano en el exilio-, inspiraba en sus palabras paz y concordia. Finalmente, el crítico cinematográfico Quim Casas, hizo un repaso de las películas que han tenido como escenario el Tibet. El espectáculo tiene como hilo conductor la elaboración de un ‘mandala’ de grandes dimensiones que creará el artista Landart Eudald Alabau, y fue acompañado por música en directo.