
Nihiloma, de Rubén Martín
Se abre una de las páginas de este “Nihiloma” (Liliputienses, 2020) con la palabra “alguien” emborronada, tachada por lo que parecen signos matemáticos, un rastro de programación congelado, el esqueleto de un virus informático, quizá un error en la distribución de la tinta en la impresora, quizá una mancha en








