Santi Senso en Casta, Peste y Eternidad, más desnudo que nunca

Santi Senso en Casta, Peste y Eternidad, más desnudo que nunca

El actor Santi Senso, en el inicio de su Actor Intimio Casta, Peste y Eternidad en una imagen de Edu Martín

Por Luis Muñoz Diez

Santi Senso ha estrenado Casta, Peste y Eternidad, para mí es su Acto Íntimo más «íntimo», valga la redundancia, en el que inicia un viaje a sus raíces con vocación de eternidad, y se preocupa de que traza de su Alma, no querría que fuera heredada.

Casta, Peste y Eternidad, es un trabajo en el que indaga en la parte que intuimos que somos, que perciben los sentidos, y la académica ciencia jamás podrá demostrar. Este Acto Íntimo tiene más que ver con El descanso de Caronte, que con su último trabajo Pornocapitalismo, a sangre viva, de trazo más luminoso.

Senso vuelve a ocupase del Alma, como su Caronte, en un tiempo apremiante y consumista en que se vive aquí y ahora, para ello inicia el camino desde su propio origen.

Nos recibe jugando con un tren eléctrico. Nos habla de su familia, ordena su historia desde el principio, nos cuenta que son cuatro hermanos, y que él nació en tercer lugar, del deseo de sus padres de que fuera una niña, de la veneración que siente por su madre y por su padre. Recuerda el paso por Lavapiés de su abuelo, a su delicada tía, a amigos, y a los otros abuelos.

Todo lo que cuenta en esta parte de la función es verdad, reconocible y honesto, dicen que los amigos se eligen, y la familia nos viene dada. Santi es un hombre con fortuna, por contar con la familia que tiene, doy fe de ello.

Ayudados por el tren eléctrico con el que juega, nos trasladamos a su casa de Cáceres, donde pasó su infancia, en busca de ese tiempo que ya no es, en que se forjó el Santi que va siendo. Nos hace partícipes de sus falsas creencias, sus dudas, sus temblores y sus fortalezas, de una manera casi susurrada, con la familiaridad de quien habla a un amigo.

Nos revela la gran importancia que tiene la herencia genética, que sólo con el paso del tiempo somos conscientes que desde antes de nacer tenemos trazado un mapa estructural invariable.

En la imagen la maravillosa actriz Cary Rosa Varona, ejecutando la limpieza Foto Edu Martín

En la imagen la maravillosa actriz Cary Rosa Varona, ejecutando la limpieza Foto Edu Martín

Por ensalmo, y el estupendo vestuario de Fede Pouso, el niño que jugaba con su tren, renace en un personaje simbólico «continente de lo etermo«, con el carácter que imprimen al alma los creyentes, que la sienten infinita. Cary Rosa Varona, tornada en una suerte de santera, luminosa como siempre, le practica una limpieza, para eliminar posibles fangos del pasado, con lo que la función inicia el paso de lo temporal a lo eterno.

El hombre que fue otros, invitará a su mesa a una espectadora a la que le realizarán una prueba de ADN, pero ese ADN es meró símbolo. Es una forma de indagar en el alma de la invitada. Lo que desean ver en la probeta, es lo mismo que prometía ver el «mito» en la mesa del rey Salomón, se decía que si te asomabas, te permitía contemplar en el mismo tiempo: pasado, presente y fututo.

La práctica nos enseña que el pasado y el futuro no existen, porque vivimos un continuo presente, pero puede que no seamos consciente de que existimos en los tres tiempos.

En la imagen Fede Pouso, pinta una silueta que habrán de rellenar los asistentes al Acto Íntimo, mientras el actor Santi Sendo habla dando la espaldas con su invitada. Foto Edu Martín

En la imagen Fede Pouso, pinta una silueta que habrán de rellenar los asistentes al Acto Íntimo, mientras el actor Santi Sendo habla dando la espaldas con su invitada. Foto Edu Martín

Dando por buena la teoría que contempla que nuestra alma pasará a otro, se le pregunta al público que color de su alma, no querría dejar como herencia, de manera casi unánime la respuesta es el miedo.

El miedo es una constante de la existencia, que pasa por unas estaciones comunes para todos, que van de la más primaria de no ser amado o ser ignorado, a la última que es el terror a dejar de ser, que va más allá de morir, es el pánico a dejar de ser.

Contra el terror a dejar de ser, las religiones han tramado el bálsamo de un alma eterna, reencarnada como creen en oriente o individual en intransferible como se predica en occidente.

Con lo que el gremio de místicos y religiosos, alivian un miedo y crean otro: que responsabilidad dejar en herencia un alma plena de estigmas, y en el Acto Íntimo propone que la redención la lleve a cabo su actual depositario, pero esa labor es ardua, porque en el bagaje de cada alma hay una parte nuestra, pero también la heredada.

El hombre que fue otros antes de ser Santiago Senso, lamentará en su monólogo el caos del mundo, su contradicción, de la misma manera que la imposibilidad de poder engendrar hijos. En un discurso tan inconexo como honesto, porque metidos en estas reflexiones, cuesta entender que si hay un creador responsable, permita que en el mundo exista tanto caos, y sobre todo tanto sufrimiento.

En la función a la que asistí, la colaboración la hizo Cecilia Gessa, una actriz muy bella. Rebelde desde un principio, mantiene una conversación espalda con espalda con ese hombre eterno, ella segura, fuerte y gata, aportó enigma al Acto Íntimo.

En la imagen Santi Senso y Fede Pouso, que debuta con buen pie como actor, encargado de realizar la prueba de ADN Foto Edu Martín

En la imagen Santi Senso y Fede Pouso, que debuta con buen pie como actor, encargado de realizar la prueba de ADN Foto Edu Martín

Fede Pouso, que debuta con buen pie como actor, compone un personaje comodín y es el encargado de realizar la prueba de ADN a la invitada. Alterna sus funciones con las de pintor, en escena esbozando la silueta de un rostro que, con la aportación de un trazo de cada uno de los asistentes al Acto Íntimo, conformará un rostro con vocación de «cadáver exquisito», y en el queda impresa la impronta de todas las almas presentes.

Santi Senso con Casta, Peste y Eternidad, se expone ante el público más desnudo que nunca, y la franqueza siempre se agradece.

Por compromisos de la compañía, solo se representarán 3 funciones más de Casta, Peste y Eternidad  los días 11, 18 y 25 de mayo de 2017, a las 20 horas en el Teatro del Arte, dentro de la programación del Surge Madrid 2017.

A partir del 22 de septiembre de 2017 en Teatros Luchana -Madrid- fechas y horarios aquí.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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