Celestina, puta vieja. El riesgo de tocar un clásico

Celestina, puta vieja. El riesgo de tocar un clásico

El Burdel a Escena, es un lugar peculiar, he escrito muchas veces sobre él, y de la habilidad de su creador Doriam Sojo, por haber hecho de la necesidad virtud, creando un lugar totalmente diferente. Que yo he calificado con toda admiración, como «Un ejercicio de imaginación», sus funciones insignia Creep, Casting para mayores de 18 años, Cretinos, Lo que nunca contó Isabella Más, o montages posteriores con Santísima Trinidad, se movían como pez en el agua por el espacio, logrando superar con creces, cualquier expectativa.

Otra gran cualidad de Sojo, es el buen ojo, para elegir a los integrantes de sus elencos, unos actores que estaban siempre perfectos, eran y son, de por sí, un garante de éxito.

De pronto Sojo, no da una vuelta de llave más, en lo que es la cerradura de la puerta de su loable trayectoria, si no que cambia, no solo de llave, también de  puerta y de registro.

Nos propone una Celestina, puta vieja,  interpretada por cinco personajes, y cuatro actores. Se embarca en la travesía siempre arriesgada de adaptar el drama atribuido a Fernando de Rojas (1499 – 1500), y si bien de lo técino, logra salir adelante en tiempos, entradas y salidas, el resultado final, a lo poco es desconcertante.

No queda claro que nos quiere contar, no se entiende, porque unos jóvenes de tan noble cuna necesitan de Celestina como mediadora, y no se entiende, porque sencillamente no nos lo cuenta. Obvia el papel innovador que tiene la obra, donde los criados son protagonistas, siendo los amos en manos de sus servidores, meras marionetas,

Las condiciones de la sala, tan aptas para otras funciones,  en este caso son insuficientes, por lo que tampoco se puede contemplar como base de promoción de los clásicos.  Las especiales condiciones de la sala, que siempre se ha suplido con toneladas de imaginación y frescura,  en este caso no es apta, para transmitir la hondura de un drama con fondo de muerte, que precisa semejante historia, carece de espacio, y sobre todo de una iluminación adecuada.

Pero la base del yerro,  de esta Celestina, puta vieja, – hecha con muy buena intención no lo dudo- , es que Sojo, no ha sabido elegir entre el rico abanico de ideas que ofrece el texto, y la función queda en la mera presentación de unas anécdotas. No deja ni mensaje, ni moralina, algo sorprendente, tratándose de  una función que ha dado pie a tanto estudio, incluso se ha visto la mano de una mujer, como autora por el especial tratamiento de los hechos, y que de entrada cuenta con el andicat, de que la vieja Celestina, nuere mucho antes de que se acabe el drama de Calisto y Melibea.

En cuanto al reparto, espero tener mejor ocasión para escribir de  Alberto Asenjo, perdido en la hechura de un Calisto sin fundamento, y de Silvia Vivo. A destacar la labor de Cristina González del Valle, especialmente cuando hace de meretriz y Héctor Gutieerrez, un sólido actor fijo en los elencos de Sojo, que sabe componer su personaje de la nada, y es el único que arranca alguna sonrisa, y conecta con el público.

Adaptar a los clásicos,  tiene su peligro. Hay que ser muy riguroso a la hora de hacerlo, tener  muy claro, cual es el mensaje en el que quieres incidir en la nueva lectura.

Y si lo anterior es imprescindible, y en determinados espacios se pueden permitir, presentar una función con una forma muy cuidada, pero carente de fondo, en un espacio como el que nos ocupa no, por lo que es sano e importante, saber si los elementos con los que se cuenta de antemano, son los adecuados, porque si bien la necesidad se puede tornar virtud, si la tornamos costumbre, se puede desgarrar y dejarnos con el culo al aire.

Yo creo en el talento de Doriam Sojo, por eso me permito decir, que a mi juicio, se ha equivocado.

Texto Original: Fernando de Rojas (1499 – 1500) / Versión libre y Dirección: Doriam Sojo (2015) / Reparto: de Silvia Vivó, Alberto Asenjo, Héctor Gutiérrez y Cristina González del Valle / Producción: Sojoproduce / Foto de Cartel: Salomé Sagüillo /Vestuario: Tocado y Hundido

La función está en carel en El Burdel a Escena, -Madrid- Metro Lavapies

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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