ALMA 2025: Alan Parsons en Barcelona.
Por NACHO CABANA.
Alan Parsons fue ingeniero de sonido antes que músico… en el supuesto de que no consideremos a los primeros como parte fundamental de las creaciones de los segundos. Alan Parsons trabajó como técnico de sonido en la última aparición pública de los Beatles, aquel Get back en la azotea de un edificio londinense, y también fue el ingeniero de sonido del Dark Side of the Moon de Pink Floyd amén de seguir trabajando junto a Paul McCartney en solitario o con los Wings. Entre otros muchos artistas.
Valga esta intro para evidenciar al mito que se subió, con ciertas dificultades derivadas de sus 76 años, al escenario del Festival Alma 2025 ayer sábado 28 de julio. Alan Parsons ejerció como maestro de ceremonias o como director de orquesta de un recorrido por absolutamente todos sus hits sustituyendo la batuta por una guitarra acústica.

Porque Alan Parsons (que saltó a todas las listas de éxito junto a Eric Woolfson -fallecido en 2009- en lo que se vino a llamar The Alan Parsons project) nunca fue solo un cantante, guitarrista o compositor sino alguien capaz de juntar talento para engendrar los discos que le hicieron popular; para que sus estupendas canciones llegaran a los oídos de su público de manera óptima.
Y eso fue lo que vimos en el Poble Espanyol la primera noche de la primera ola de calor del verano barcelonés. Parsons comandando a una espectacular banda formada por P.J. Olsson (cantante), Guy Erez (bajo), Jeffrey Marshall y Dan Tracey (guitarras), Todd Cooper (saxofonista), Danny Thompson (batería) y Tom Brooks (teclados). Y dándoles a todos sus momentos de lucimiento.

Su concierto en Alma 2025 Barcelona arrancó encadenando Maybe a Price to Pay (del disco de 1980 The turn of a friendly card) y su majestuosa intro con Standing on a higher ground del LP que le dedicó a Gaudí en 1987 y del que también escucharíamos La sagrada familia, icónico monumento que Alan Parsons había visitado esa misma mañana.
El segundo de los temas marcó lo que sería su concierto en Alma 2025 Barcelona: un recorrido por todo lo que los maduros espectadores querían escuchar. Don´t answer me, con esas castañuelas entre el título de la canción y el estribillo, puso de relieve que cualquiera de las canciones que íbamos a disfrutar podría fácilmente cerrar el evento. Como Psychobabble, la preciosa balada Time o Breakdown que unió a The raven, del primer disco que publicó junto a Woolfson, Tales of mistery and imagination dedicado a la obra de Poe, allá por 1976.
A la pegadiza Let´s talk about me le siguieron Don´t let it show (un tema de 1977 incluido en I robot muy popular en México gracias a la versión que hizo en castellano Mimí bajo el nombre Dime que no), Day after Day, la instrumental Luciferama (que el que esto escribe hubiera jurado que aparecía en la banda sonora de la película Lady Halcón de Richard Donner) para llegar a un medley donde introdujo una estrofa de Boig per tu, breve guiño al público catalán que lo identificó rápidamente.

Eye in the sky cerró el cuerpo principal del concierto en Alma 2025 para dar paso a dos bises sin que nadie hiciera el numerito de salir y volver a entrar ante la insistencia del público. (The System of) Dr. Tarr and Professor Fether y Games people pay cerraron una actuación donde todos los excepcionales músicos cantaron menos Erez y Thompson.
Por momentos, es cierto, pareció más una banda tributo a Alan Parsons con este presente que una comparecencia musical donde el londineses tuviera una participación decisiva en la ejecución de su repertorio… Pero ver en directo a uno de los primeros músicos “adultos” que me gustaron apenas entraba uno en la adolescencia es un check en la lista de pendientes.
Hoy, a las 22:00 en el Poble Espanyol, The Corrs.



